Cuando los médicos recomiendan abortar un feto, las razones médicas convincentes incluyen problemas con el progreso normal del embarazo, condiciones de salud de la madre y anomalías fetales. El proceso de toma de decisiones para interrumpir estos embarazos puede ser sencillo para algunas de estas situaciones, pero no tan fácil para otras.
Progreso anormal del embarazo
Cuando un embarazo no parece estar desarrollándose en un curso normal, los médicos recomendarán un aborto. Un procedimiento temprano disminuirá el riesgo de complicaciones maternas, como infección uterina o sistémica.
Un feto intrauterino no viable
La mayoría de los fetos no viables ocurren en el primer trimestre y son causados por una implantación anormal o defectos cromosómicos. El embarazo puede abortar espontáneamente, pero algunas mujeres prefieren no esperar y optar por un aborto inducido.
Un feto intrauterino no viable generalmente se diagnostica por la caída de los niveles de HCG o por ultrasonido por un saco anormal o vacío, un feto más pequeño de lo esperado o ausencia de latidos cardíacos fetales.
Muerte Fetal Intrauterina
Cuando un feto aparentemente normal muere en el segundo trimestre hasta la semana 20 de embarazo, se lo denomina muerte fetal intrauterina (IUFD, por sus siglas en inglés). Después de 20 semanas, se conoce como muerte fetal. Los riesgos de esperar a que el feto pase espontáneamente incluyen infección materna y hemorragia.
Se recomienda un procedimiento de aborto cuando la muerte ocurre antes de las 24 semanas de gestación. Después de 24 semanas, la paciente podría someterse a una inducción del trabajo de parto. Las causas de IUFD incluyen anomalías fetales, medicamentos y problemas médicos maternos.
Rotura prematura de membranas
Las membranas fetales (bolsa de agua) pueden romperse antes de que el feto sea viable para sobrevivir fuera del útero (menos de 24 semanas). El aborto se vuelve necesario si la mujer no tiene un aborto espontáneo hasta las 20 semanas o entra en trabajo de parto prematuro si ya pasó la semana 20 de embarazo.
Separación de la placenta
Una separación de la placenta de la pared del útero (desprendimiento de la placenta) puede causar sangrado abundante. Al principio del embarazo, si el sangrado no se detiene o la afección es intratable, la madre requerirá un aborto si no pierde el feto.
Anomalías fetales
Las anomalías congénitas fetales y los trastornos cromosómicos genéticos a menudo no se diagnostican hasta finales del segundo trimestre del embarazo. El diagnóstico temprano puede hacer que sea más fácil para la madre tomar una decisión y evitar los procedimientos de aborto más complicados al final del segundo o tercer trimestre.
Defectos de nacimiento congénitos fetales
Algunos defectos congénitos del feto son incompatibles con la vida y, a menudo, terminan en la muerte del recién nacido poco después del nacimiento. Otras anomalías congénitas afectan gravemente la calidad de vida de un niño o acortan su esperanza de vida. Estos defectos a menudo se detectan mediante pruebas genéticas o ecografías e incluyen:
- La espina bífida es un defecto en la médula espinal o el tubo neural en desarrollo (un defecto del tubo neural). Algunas formas de espina bífida son reparables y no causan problemas después del nacimiento, pero otras pueden causar incontinencia urinaria e incapacidad para caminar. Otras anomalías de la columna incluyen el meningocele y el mielomeningocele más grave.
- La anencefalia es un desarrollo anormal que provoca la falta de crecimiento del cerebro. Estos fetos mueren antes del nacimiento o poco después.
- Los gemelos unidos pueden considerarse una forma de defecto de nacimiento. Esta situación en la que los gemelos se unen en varias partes del cuerpo podría afectar gravemente su salud y supervivencia después del nacimiento.
- Las anomalías cardíacas o renales fetales graves que parecen ser incompatibles con una vida normal son defectos de nacimiento.
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Exposición materna a agentes nocivos:una variedad de agentes nocivos puede provocar anomalías fetales graves o muerte fetal intrauterina, especialmente si esto ocurre en el primer trimestre del embarazo. Estos agentes incluyen:
- Infección materna: Los organismos infecciosos pueden pasar de la madre al feto y causar graves anomalías fetales en el cerebro y otros órganos, especialmente al principio del embarazo. Incluyen rubéola (sarampión alemán), citomegalovirus (CMV), varicela, herpes, virus Zika, VIH, toxoplasmosis y sífilis.
- Medicamentos: Esto incluye medicamentos recetados, como Coumadin (warfarina) y Accutane (isotretoína), así como medicamentos de venta libre.
- Drogas ilícitas: Esto incluye heroína y cocaína.
- Dosis dañinas de radiación también puede causar defectos de nacimiento.
Trastornos genéticos
Los trastornos genéticos del feto se pueden detectar mediante ecografía, muestreo de vellosidades coriónicas a las 10 a 14 semanas y amniocentesis a las 14 semanas. Estas anomalías genéticas pueden afectar la salud y el desarrollo físico o mental y acortar la vida de un niño. Incluyen:
- Trisomías cromosómicas: Hay tres copias de ciertos cromosomas en lugar de los dos normales, como la trisomía 21 (síndrome de Down) y la trisomía 18 (síndrome de Edwards).
- Distrofia muscular de Duchenne:este es un trastorno recesivo ligado al cromosoma X que afecta a más niños que niñas y causa problemas en los músculos, el corazón y la columna.
- Otras enfermedades ligadas al cromosoma X , como Fragile-X y hemofilia
- Tay-Sachs:este es un defecto enzimático hereditario recesivo que provoca un aumento de los depósitos de grasa en el sistema nervioso, lo que afecta su funcionamiento.
Afecciones médicas maternas
Varias condiciones médicas que empeoran o se desarrollan durante el embarazo pueden poner en riesgo la vida de una mujer si su embarazo continúa. Un médico y su paciente deben sopesar el grado de riesgo para la madre frente a la vida de su feto.
En algunas circunstancias, un médico puede recomendar la interrupción inmediata del embarazo:aborto para un feto no viable o parto prematuro para un feto viable, incluso si no está a término. Un artículo de la Biblioteca Global de Medicina de la Mujer (GLOWN) de 2009 enumera muchos de estos problemas de salud.
Enfermedades Cardiovasculares
Las enfermedades cardiovasculares pueden comprometer la salud de la mujer durante el embarazo. La función cardíaca y pulmonar puede deteriorarse debido a los cambios fisiológicos del embarazo, y estos órganos pueden fallar y aumentar el riesgo de muerte materna. Las enfermedades incluyen:
- Miocardiopatía (enfermedad del músculo cardíaco) causada por cambios en el embarazo u otros problemas
- Enfermedad cardíaca hipertensiva por presión arterial alta prolongada, que puede provocar insuficiencia cardíaca
- Antecedentes de infarto de miocardio que causó un mal funcionamiento del corazón durante el embarazo
- Síndrome de Eisenmenger, que es una enfermedad de las arterias de los pulmones causada por un orificio congénito en el corazón y conlleva un alto riesgo de muerte durante el embarazo
- Hipertensión pulmonar, un problema de presión arterial alta en las arterias de los pulmones, que puede ser grave y provocar insuficiencia cardíaca y muerte
Enfermedad Renal
La insuficiencia renal por enfermedades primarias de los riñones o por complicaciones de otras enfermedades, como diabetes o presión arterial alta, puede empeorar durante el embarazo. Un aborto podría ser necesario al comienzo del embarazo si la vida de una mujer está en riesgo.
Preeclampsia
La preeclampsia es un trastorno del embarazo con signos y síntomas maternos progresivos que incluyen:
- Presión arterial alta, dolores de cabeza y visión alterada
- Disfunción e insuficiencia renal y hepática
- Trastorno cardiovascular
- Anomalías en la coagulación de la sangre y riesgo de hemorragia
- Riesgo de accidente cerebrovascular y muerte
El síndrome es más común en el tercer trimestre cuando el feto es viable o está cerca de la viabilidad, en cuyo caso se puede planificar el parto temprano de un feto vivo. Sin embargo, cuando ocurre antes en el embarazo y pone significativamente en peligro la vida de la madre antes que la viabilidad fetal, el aborto es el remedio habitual.
Cáncer
Un aborto puede ser necesario en el contexto de un cáncer terminal o cuando el cáncer se diagnostica durante el embarazo temprano. Los cánceres de cuello uterino o de mama son las formas más comunes que se descubren durante el embarazo.
El tratamiento de la madre cuando se diagnostican cánceres durante el embarazo puede incluir cirugía, radiación o quimioterapia, que pueden ser perjudiciales para el feto. Por otro lado, la demora en el tratamiento hasta después del parto puede ser perjudicial para la vida de la madre.
Infección Intrauterina
Una mujer embarazada puede desarrollar una infección en el útero que infecta las membranas fetales (corioamnionitis). Un aborto podría ser necesario para prevenir la infección sistémica materna y la muerte. Una infección intrauterina también puede provocar la ruptura prematura de membranas y el parto o la muerte prematura del feto.
Otros problemas médicos
Otras enfermedades que pueden causar problemas significativos durante el embarazo y poner en riesgo la vida del feto y de la mujer si son difíciles de controlar incluyen:
- Diabetes mal controlada con complicaciones cardiovasculares, renales y visuales graves en la madre
- Púrpura trombocitopénica trombótica, un trastorno sanguíneo de plaquetas bajas que puede provocar hemorragia
- Enfermedades genéticas maternas, como el síndrome de Marfan, una enfermedad que afecta el tejido conectivo, especialmente en el corazón, los vasos sanguíneos y los huesos. Una aorta gravemente afectada puede provocar la muerte.
Decisión informada
La decisión de abortar por razones médicas puede ser difícil y estresante para una mujer y su pareja. Si se enfrenta a esta situación, asegúrese de tener todos los hechos y sopesar los pros y los contras para tomar la mejor decisión informada. Sin embargo, reconozca que en una situación de emergencia en la que su vida está en peligro crítico, es posible que no tenga la capacidad de considerar sus opciones.