Hay una nueva razón para restringir los dispositivos en la mesa y evitar intentar realizar múltiples tareas durante la comida familiar:un nuevo estudio de la Universidad de Illinois dice que cenar distraído es tan dañino para su salud como lo es conducir distraído para su seguridad.
Según los investigadores, los niños que no se concentran en sus comidas debido a demasiados estímulos externos tienen un mayor riesgo de obesidad. Pero todo comienza con los padres.
Para llegar a sus conclusiones, los investigadores grabaron en video a 60 familias a la hora de comer y sometieron a la mitad de ellas a aspirar ruidosamente en la habitación contigua. La otra mitad pudo disfrutar de su cena sin distracciones. Se midió el IMC, el consumo de alimentos y la comunicación de los participantes durante la comida.
Curiosamente, los hábitos alimenticios de los padres parecían verse más afectados por la distracción; alcanzaron más galletas que el grupo al que se le permitió cenar en paz.
La investigadora principal Barbara H. Fiese, del Centro de Resiliencia Familiar de la universidad, dice que esto es importante porque el comportamiento de los padres marca la pauta para la calidad de la hora de comer de una familia. Ella explica:"El ruido tuvo un gran efecto en la comunicación. Los adultos se levantaban y se bajaban de la mesa mucho más y hacían menos comentarios positivos. Prestaban menos atención a las preocupaciones de sus hijos en la conversación, y sabemos que ese tipo de conversación es asociado con un peso más saludable en los niños".
Ella agrega:"Si se levanta y se sienta porque está distraído durante una comida, probablemente no pueda prestar atención a las emociones de los niños o modelar buenas respuestas a sus señales de hambre, darse cuenta cuando está lleno y sin seguir comiendo".
¿La comida para llevar? Es importante que los padres se concentren en mostrar hábitos alimenticios saludables para sus hijos y monitorear lo que los niños se están metiendo en la boca. En un ambiente de comida distraída, se vuelve mucho más difícil hacerlo.
Fiese señala que esta nueva investigación se suma al creciente cuerpo de evidencia de que comer en familia ofrece muchos beneficios. Pero ella dice:"Este estudio muestra que no es suficiente animar a las familias a comer juntas regularmente sin identificar otros factores que promuevan la salud. Las distracciones y los trastornos pueden ser parte de un ambiente familiar que habitualmente es caótico y desestructurado. Sabemos que los niños criados en los entornos familiares caóticos tienen un mayor riesgo de tener sobrepeso u obesidad".
Melissa Willets es escritora/bloguera y madre. Síguela en Twitter ( @Spitupnsuburbs ), donde relata su amor por hacer ejercicio y tomar café, pero nunca simultáneamente.