El dolor lumbar se ha asociado durante mucho tiempo con el consumo excesivo de alcohol, pero el alcance de la relación y los factores causales específicos siguen sin estar claros. Los estudios más recientes que examinan el dolor lumbar y el consumo de alcohol han tratado de determinar si existe una verdadera relación causal y hasta qué punto el alcohol puede desempeñar un papel en el dolor lumbar crónico.
Revisión de la Literatura Actual
Si bien parece haber una creencia anecdótica ampliamente sostenida de que la dependencia del alcohol y el dolor lumbar a menudo ocurren juntos, hay poca evidencia real que respalde una relación directa entre los dos. Sin embargo, hay algunos estudios que han tratado de identificar los factores que pueden explicar por qué la dependencia del alcohol y el dolor lumbar están relacionados con tanta frecuencia.
Estudio del Sistema de Salud Summa
Un estudio de 2015, realizado por el Dr. Scott Shemory, un cirujano ortopédico que ejerce en Akron, Ohio, evaluó una serie de posibles factores causales del dolor lumbar, incluido el alcohol. Este estudio examinó a más de 26 millones de personas, alrededor de 1,2 millones que presentaban dolor lumbar crónico. Entre los factores contribuyentes, la obesidad (17 por ciento), la depresión (19 por ciento), el tabaquismo (16,5 por ciento) y la dependencia del alcohol (15 por ciento) mostraron las correlaciones más fuertes. Si bien este estudio definitivamente muestra un vínculo entre el consumo de alcohol y el dolor lumbar, no exploró por qué existe ese vínculo.
Revisión de la Universidad de Syracuse
Este estudio colaborativo se llevó a cabo entre varios departamentos médicos de la Universidad de Syracuse y se publicó en el Clinical Psychology Review Journal. en febrero de 2015. Los investigadores buscaron analizar más a fondo la relación bidireccional entre el alcohol y el manejo del dolor. Descubrieron que el consumo moderado de alcohol puede estar asociado con resultados positivos de dolor; en otras palabras, el dolor disminuyó cuando se consumieron cantidades moderadas de alcohol. Por el contrario, el consumo excesivo de alcohol puede estar asociado con resultados de dolor negativos. Los investigadores advierten que aunque existe un gran interés en este tema, hay pocos datos concretos para proporcionar respuestas definitivas. Recomiendan que las investigaciones futuras examinen la relación temporal entre el consumo de alcohol y la atenuación del dolor.
Estudio de la Universidad de Bamberg
Esta revisión, publicada en el Journal of Pain Research en abril de 2015, evaluó 14 estudios experimentales previos para intentar determinar si el alcohol tenía los efectos atenuantes del dolor que la población en general cree que tiene. Si bien encontraron que la mayoría de los estudios mostraron que beber alcohol redujo el dolor hasta cierto punto, hubo muchos problemas metodológicos con los estudios:tamaños de muestra pequeños, falta de un grupo de control o placebo, y diferentes formas de medición del dolor y administración de alcohol. fueron solo unos pocos. A pesar de los hallazgos positivos sobre la reducción del dolor, los científicos notaron que el mecanismo para atenuar el dolor no se comprende y debería estudiarse más a fondo en futuros ensayos.
Revisión de la literatura 2013
Esta revisión examinó 26 estudios previos que evaluaron la relación entre la dependencia del alcohol y el dolor lumbar. Los investigadores concluyeron que el dolor de espalda se asocia con el consumo de alcohol solo cuando las personas muestran dependencia y no con el consumo casual de alcohol. Esto sugiere que la cantidad de alcohol consumido juega un papel en la experiencia del dolor de espalda.
¿Un vínculo causal?
Es difícil saber, según los datos actuales, si la dependencia del alcohol causa dolor de espalda o si el dolor de espalda crónico conduce a la dependencia del alcohol. Como mostró el estudio de 2015, hay una serie de factores que pueden interactuar de maneras complejas para contribuir al dolor lumbar, por lo que puede ser imposible analizar un factor que sea más determinante que otro.
Sin embargo, lo que se sabe es que alrededor del 28 por ciento de las personas que tienen dolor crónico, incluido el dolor lumbar, intentan controlarlo con el consumo de alcohol. Además, el uso de alcohol para atenuar el dolor parece estar relacionado con la frecuencia más que con la intensidad del dolor y no parece estar relacionado con el tiempo que una persona ha estado viviendo con dolor crónico.
Según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Alcohol y Alcoholismo, para lograr un efecto analgésico, el consumo de alcohol debe exceder las cantidades diarias recomendadas para mantenerse saludable. Además, las personas desarrollan una tolerancia a los efectos analgésicos del consumo de alcohol y, por lo tanto, deben aumentar la cantidad que beben para mantener los efectos analgésicos. Con el tiempo, consumir cantidades excesivas de alcohol puede causar neuropatía alcohólica, que afecta predominantemente las extremidades, pero también puede causar debilidad muscular y, potencialmente, dolor muscular.
Hable con los profesionales
Debido a que el alcohol puede tener efectos adversos graves en la salud y el bienestar, controlar el dolor consumiendo cantidades excesivas de alcohol puede no ser el mejor curso de acción. Es probable que hablar con su médico de familia o un especialista en control del dolor le brinde un mayor alivio a largo plazo y, sin duda, lo mantendrá más saludable.