La obesidad es una enfermedad grave y debilitante, y la enfermedad nutricional más común tanto en animales como en personas. Las estimaciones sugieren que hasta el 45% de los perros y el 13% de los gatos son obesos, e incluso estas cifras pueden ser demasiado bajas según muchos veterinarios.
La opinión médica actual indica que un animal es obeso si pesa un 15% o más sobre su peso ideal. Si bien las personas a menudo usan el peso real de sus animales para medir la obesidad, probablemente sea más preciso usar un puntaje de composición corporal.
La composición corporal se mide mirando al animal desde la parte superior y los lados y sintiendo las áreas sobre sus costillas y columna vertebral. Refleja con mayor precisión la obesidad que un cierto número mágico.
El problema con la obesidad
¿Puedes prevenir la obesidad? Absolutamente. Como es el caso con las personas, la mayoría de los animales obesos están hechos de esa manera. Ellos no nacen gordos. Entonces, ¿cómo sucede la obesidad?
Muchos guardianes les dan a sus animales golosinas y refrigerios frecuentes y los alimentan cuando piden comida. Las personas pueden creer que están cuidando y amando al recompensar estos comportamientos de mendicidad, pero en realidad están matando a sus compañeros con amabilidad al establecerlos para todos los problemas médicos que pueden ocurrir con la obesidad.
Éstas incluyen:
• Afecciones ortopédicas (incluida artritis).
• Rotura de ligamentos.
• Enfermedad del disco intervertebral.
• Dificultad para respirar.
• Capacidad reducida para hacer ejercicio (y en casos severos cualquier movimiento).
• Intolerancia al calor.
• Mayor riesgo de complicaciones por la terapia con medicamentos (es más difícil de precisar dosis de medicamentos en animales obesos).
• Problemas cardíacos.
• Hipertensión.
• Cáncer.
Cuando te das cuenta de que el exceso de grasa corporal se produce en las cavidades del tórax y el abdomen (de hecho, a menudo se deposita allí primero) y debajo de la piel (lo que vemos como "grasa"), no es sorprendente que la obesidad pueda causa tantas condiciones médicas.
El tratamiento de la obesidad para perros y gatos implica restringir las calorías y aumentar la tasa metabólica con un programa de ejercicio controlado. En otras palabras, la dieta y el ejercicio son los dos factores más importantes cuando se trata de combatir la grasa.
No hay un mejor programa de ejercicio para cada animal, sino que para prevenir ello se debe ser personalizado para las necesidades y habilidades de su perro o gato. Trabaja con tu veterinario para determinar un régimen que sea el mejor para tu animal.
La mejor manera de ayudar a su perro o gato a perder peso es combinar una dieta sensata y los suplementos adecuados con el programa de ejercicios correcto. Sin embargo, al igual que con cualquier otra cosa, la prevención es mejor que una cura, por lo que es preferible evitar que su animal se vuelva obeso en primer lugar.