No es de extrañar que la actitud cordial de un perro se dé entre la relación de persona y el mismo, aunque solamente en presencia del dueño. Por lo tanto, hay que subrayar la diferencia que suele darse al momento de haber visitas de por medio.
Uno tiene que informarse bien de todos los comportamientos que su mascota puede llegar a exteriorizar. De primera mano, este tiene que aprender a ser sociable. Vale resaltar que se tiene que prestar atención a las posibles reacciones que puedan generarse y deben corregirse.
Los ladridos descontrolados al momento de sonar el timbre
Si al momento de sonar el timbre, tu mascota comienza a entonar ladridos de forma descontrolada, tendrás que hacer que se calle antes de que abras la puerta. Si no lo va a terminar haciendo cada vez que suceda, y por un buen incremento de tiempo.
A su vez, tendrás que comprender que ello es una clara señal de ansiedad que terminará siendo periódica.
De antemano, tienes que hacer algún tipo de sonido que le llame la atención. Luego, deberás indicarle que se aleje y hazte con la puerta. Tiene que ver tu orden por sobre la entrada.
Hacer sus ‘cosas’ en el interior de la vivienda
Cuando haces el ingreso a la vivienda, puede parecer que haya mucha normalidad. Pasas a realizarle el saludo habitual con juego y demás, para pronto darle una invitación hacia la sala de estar.
Ahora bien, él no hace más que acomodarse y pasar a realizar su ‘marca de territorio’ en algún sitio de la casa. Un terrible gesto de desprecio seguramente para ti en ese momento.
¿No parece una tomada de pelo si hacia un rato lo sacaste a realizar sus ‘cosas’ afuera? Una clara interrogante que se formula en todo momento.
Cabe subrayar que no es una muestra de que se haya olvidado en dónde está el baño o porque se mofe de ti, más bien lo realiza en modo de reafirmar su presencia ante un extraño. La manera adecuada de evitar tal desgracia, es darle salida hacia un patio exterior por unos minutos.
Así, le estarás asegurando de que tú eres quién tiene el control ante todo y, a su vez, hará dicha manifestación en el exterior.
Los saltos descontrolados
En diversas ocasiones, sucede que el perro no muestra ni un grado de desconfianza. Todo lo contrario, hasta les cae simpática la visita.
A veces, comienzan a emocionarse y realizan saltos descontrolados en modo de expresión a la bienvenida del hogar. Ello puede generar una incomodidad en la visita, ya que es una sorpresa casi inesperada.
La mejor manera de prevenirlo es mantenerlo alejado y no permitir ningún acercamiento hasta que se tranquilice, debes darle la orden. De tal modo, verá que no puede tomar acercamiento con actitud sumisa, que no puede participar así de una reunión.