Los perros hacen sus necesidades fisiológicas en el lugar en que les parece adecuado en el momento y en los lugares en que han aprendido que a sus tutores legales les parece bien, si estos les han enseñado. A priori, la opción más sencilla es la de los paseos para que, aprovechando el trayecto para el ejercicio físico y la relación con otras personas y canes, también hagan sus necesidades. Aún así, muchas personas se preguntan: ¿se puede enseñar a un perro a hacer sus necesidades en una caja de arena como a los gatos o no? Lo cierto es que sí, la caja de arena es otra alternativa a considerar para que las hagan en casa.
Para las situaciones en las que te sea imposible salir a la calle con tu perro para que haga sus necesidades, es muy importante que le enseñes a hacerlas en una caja de arena, un empapador o un periódico, para evitar daños en el suelo y para limpiar más fácilmente. En unCOMO te contamos que sí se puede enseñar a un perro a hacer sus necesidades en casa usando un arenero y te explicamos cómo conseguirlo.
¿Es posible enseñar a un perro a hacer sus necesidades en una caja de arena?
El proceso puede variar un poco según el can y su facilidad de aprender, pero SÍ es posible enseñar a un perro a hacer sus necesidades en una caja de arena. Para conseguirlo, lo mejor es enseñarle desde cachorro para que lo aprenda lo antes posible. En edad adulta, será más complicado pero no es imposible, en algunos casos se necesitará algo más de paciencia.
Como sucede con otras órdenes y comportamientos que quieres enseñarle, el hecho de hacer sus necesidades en una caja de arena es una enseñanza más. Respetando ciertos tiempos para que el pequeño peludo aprenda paso a paso y apostando por el refuerzo positivo, los dos conseguiréis completar el reto con éxito.
Una vez consigas que tu perro haga sus necesidades en un arenero para perros, es fundamental que continúes saliendo de paseo con él. En ningún caso este aprendizaje debe servir para eliminar los paseos, ya que sirven para que se relacione con otros perros y personas, se ejercite y pueda satisfacer su parte más curiosa explorando todo lo que ve a su alrededor. Así, para velar por el bienestar del can, es indispensable seguir con los paseos diarios (al menos 2 o 3) aunque aprenda a hacer sus necesidades en la caja de arena. Ambos aspectos deben ser compatibles y aquí te enseñamos Cuándo empezar a pasear al perro y Cómo enseñar al perro a hacer sus necesidades fuera de casa.
A continuación, te damos varios consejos sobre cómo enseñar a un perro a hacer sus necesidades en un solo lugar en casa, ya sea usando un arenero, un empapador o periódicos.
Caja y arena adecuadas
A la hora de escoger la caja o el arenero en la que tu perro hará sus necesidades, ten presente que debe ser de un tamaño proporcional al de su cuerpo, con un material resistente y no muy alta para que pueda entrar y salir con facilidad. Procura que no sea muy honda ni pongas mucha arena, ya que rascando ensuciará la zona en la que se encuentre la caja con la arena, por lo que es mejor poner la cantidad justa y cambiarla a menudo. Puedes consultar los areneros para perros en el mercado de tu zona, pues los hay de varios tipos.
Una vez escojas la caja o arenero para perros, tienes que pensar en la arena. Con respecto al tipo de arena, generalmente y aunque depende del tamaño del can, esta debe ser con bolas más grandes y absorbentes respecto a la utilizada para gatos. De hecho, igual que venden arena para gatos, venden arena para perros. Otra opción es que puedes colocar periódicos o empapadores.
Ten en cuenta que tanto un elemento como el otro pueden no gustar a tu perro, por lo que tendrás que ver si esto sucede cuál de los dos es el problema o si son los dos y cambiarlos hasta encontrar algunos que no desagraden a tu peludo.
¿Dudas sobre cada cuánto hay que limpiar el arenero? Lo cierto es que conviene que cada vez que veas que hay heces o bolas apelmazadas de arena debido a la orina, las retires de inmediato. Aparte, cada pocos días (una, dos, tres o más veces a la semana) tendrás que cambiar la arena entera y limpiar la caja antes de poner arena nueva. Venden arenas que ayudan a neutralizar el olor, pero puedes considerar utilizar bicarbonato en el fondo de la caja cuando la vayas a llenar de arena para reducir los malos olores. No obstante, la mejor forma de evitar que se acumule el mal olor es ir retirando las bolas de arena que se hacen con la orina y las heces.
Ubicación del arenero
Otra de las claves sobre cómo enseñar a un perro a hacer sus necesidades en una caja de arena es colocarla en la ubicación más adecuada. Ponla en un sitio que permita que el perro tenga tranquilidad y seguridad, ya que sienten cierta inseguridad en este tipo de situaciones. En la naturaleza, cuando hacen sus necesidades siempre vigilan por si acecha algún depredador o competidor que pueda aprovechar ese momento de vulnerabilidad.
Debes evitar que la caja esté muy cerca de los dispensadores o boles de comida y bebida, ya que de lo contrario no la usarán o la usarán pero no querrán tomar comida y agua de esos boles. Teniendo en cuenta esto, ¿dónde colocar la caja de arena para el perro? El balcón o la terraza son las mejores zonas, ya que encontrará momentos de soledad en los que hacer sus necesidades sin sentirse observado y con una importante ventilación. También puede ser adecuado colocar la caja en un rincón de una habitación, pero asegúrate de que sea de fácil acceso para él y para ti, para poder limpiarla a menudo, así como de que haya una ventana para poder ventilar también frecuentemente la zona.
Enseñarle que puede hacer sus necesidades en la caja de arena
La idea no es que aprenda la orden para que vaya a usar el arenero solo cuando se lo dices, ya que las necesidades de evacuar las tendrá cuando el cuerpo se lo indique. No obstante, para que aprenda le irá bien relacionarlo con una orden.
Tu perro debe comprender la orden para usar la caja de arena y hacer sus necesidades, por lo que cuanto más corta, clara y sencilla sea la palabra mejor: colócalo en el interior dela caja y utiliza expresiones como "usa la caja", "caja", "pis", "pipí", etc. Intenta meterlo y sacarlo de la caja durante varios segundos usando la expresión escogida hasta conseguir que entre él solo cuando des la orden. Con paciencia, aprenderá a asociar la caja como un lugar seguro y de su entorno.
Para reforzar esto, y siendo de hecho un gesto que comprenderá con mayor facilidad, te aconsejamos que cuando haga un pis empapes un poco un trozo de papel absorbente en este y lo coloques en la arena y se lo muestres. Déjalo ahí hasta la próxima vez que haga pis y ve cambiándolo, hasta que veas que ya va solo a hacer sus necesidades a este lugar. Esta es una forma muy sencilla de que asocie la arena con el lugar adecuado para hacer sus necesidades. Aquí puedes ver algunos consejos más sobre Cómo enseñar a mi perro a hacer sus necesidades en el periódico, que es el igual que en un arenero.
Refuerzo positivo
Se puede enseñar a un perro a hacer sus necesidades en una caja de arena siempre que no le regañes y optes por el refuerzo positivo. Premiándole con alguna golosina para canes, unas caricias, unas palabras amables y con tono simpático o jugando cada vez que la use, será un gran incentivo ya que relacionará que cada vez que la usa para sus necesidades no sucede nada malo y recibe algo bueno o sigue con día a día en su entorno agradable y seguro de casa. Las primeras veces será un poco complicado, pero con paciencia y un trato cariñoso acabarás consiguiéndolo.
En cambio, si te enfadas y le chillas provocarás un miedo en el perro muy contraproducente, pues relacionará que estar en la caja es malo, o que cuando hace sus necesidades cerca de esta es algo malo y que por tanto hacer sus necesidades dentro de casa es negativo y preferirá no hacerlo más, por lo que el momento de hacer sus necesidades será solo cuando salga a la calle. Aparte de esto, con los gritos o gestos agresivos o de enfado, te cogerá miedo a ti, más allá de si se trata de una situación con el arenero o con otros aspectos de su vida, y esto no es bueno para él ni para ti.
Observación
Como sucede en las personas, habrás observado que muchos perros tienen, más o menos, unas horas del día preferidas para comer y también de evacuar, ya que son los momentos en que el cuerpo lo necesita. Un rato después de cada comida (30 minutos aproximadamente), sentirá ganas de hacer sus necesidades, si no vas a sacarlo a la calle en esas horas, muéstrale el arenero para que recuerde que lo puede usar.
En los primeros meses, puedes cogerlo y colocarlo en la caja para que aprenda a evacuar ahí. Poco a poco, su memoria asociativa le permitirá recordar para qué sirve sin necesitar tu ayuda y la usará siempre que lo necesite, independientemente de si lo vas a sacar en breve o de si lo acabas de sacar.