El jadeo puntual y moderado en un perro es algo natural, porque jadear es el principal mecanismo que tiene el animal para regular su temperatura corporal. Si te has preguntado alguna vez por qué jadean los perros, la respuesta hay que buscarla en su propio organismo: su número de glándulas sudoríparas es mínimo (solo están presentes entre las almohadillas de las patas y en las zonas de escaso pelaje). Así, cuando la temperatura corporal de un perro se eleva, el ritmo de su respiración se acelera para refrescarse.
Sin embargo, cuando el jadeo se intensifica y se prolonga en el tiempo, puede ser el síntoma de un golpe de calor que ponga en riesgo la vida del animal. Además, hay otras causas por las que un perro está con la lengua fuera más tiempo del normal. ¿Por qué mi perro jadea mucho? En unCOMO te contamos los motivos de la respiración agitada en los perros, para que puedas tomar las medidas necesarias y cuidar la salud de tu mascota.
Altas temperaturas
En pleno verano, cuando los termómetros superan los 35 ºC, es normal que tu perro jadee. Como hemos dicho, intenta ‘refrigerarse’ y bajar su temperatura interna. En estos casos, es importante vigilar si el ritmo del jadeo no disminuye aunque el animal esté a la sombra y tenga a su alcance agua fresca, porque el riesgo de golpe de calor existe, sobre todo, si tu perro está tumbado, adormilado y rechaza el agua.
Si se dan los síntomas anteriores, tu perro necesita atención veterinaria. Así, el veterinario podrá decirte con exactitud por qué tu perro jadea mucho. En este sentido, es importante recordar que también en invierno un perro puede jadear mucho en un espacio interior poco ventilado y con la calefacción alta.
Cuando el calor es excesivo, un perro puede sufrir deshidratación. Para identificar esta carencia de agua, te recomendamos este otro artículo: Cómo saber si mi perro está deshidratado.
Fiebre
"Mi perro jadea mucho y tiembla" es una consulta que se hace con frecuencia a los veterinarios. El motivo puede ser que el can esté pasando por algún tipo de enfermedad infecciosa que provoca un aumento de su temperatura corporal, es decir, tu perro tiene fiebre. Por eso, presenta un cuadro de jadeos anormales y temblores. En este caso, no debes esperar para acudir al veterinario.
Aquí te contamos Cómo saber si mi perro tiene fiebre.
Envenenamiento
Cuando alguien acude al veterinario diciendo "mi perro jadea mucho y vomita", el envenenamiento será una de las causas probables que el médico baraje. La reacción ante la ingesta de sustancias tóxicas o de alimentos en mal estado, puede manifestarse en forma de jadeos excesivos, malestar general y vómitos del animal. En este sentido, conviene recordar que hay que evitar que nuestra mascota tome cualquier ‘cosa’ que pueda encontrar en la calle durante un paseo, ya que podría ser un peligro.
Aquí puedes conocer más acera de Cómo saber si mi perro está envenenado.
Enfermedades respiratorias
Las enfermedades pulmonares son otra posible causa a destacar, especialmente si se trata de perros de edad avanzada. A veces, cuando un perro respira como si roncara, puede estar sufriendo algún tipo de patología que influye en el estado de sus vías respiratorias, como un catarro, una alergia o una neumonía.
Las revisiones periódicas del estado de salud de nuestra mascota, tanto cuando son cachorros como cuando empiezan a ser más mayores, son básicas para prevenir y tratar este tipo de enfermedades.
Miedo y ansiedad
El miedo o el estrés son una de las causas más comunes por la que un perro jadea mucho. Un viaje en coche, una visita al veterinario, una tormenta, unos fuegos artificiales, el encuentro con otro perro dominante o con un gato... son solo un ejemplo de situaciones estresantes que pueden causar ansiedad a tu mascota, pudiendo alterar su respiración normal.
Como solución, solo cabe apartar al animal de la situación estresante e intentar calmarlo. Descubre Cómo calmar a un perro que tiene miedo haciendo clic en el enlace.
Sobrepeso y obesidad
Sobre todo en animales mayores, es muy importante vigilar el peso de nuestro perro para cuidar de su salud. Además, el exceso de kilos puede provocar dificultades respiratorias que desencadenen un jadeo fuera de lo normal. El animal tiene que esforzarse más de lo normal para caminar o hacer ejercicio. Además, el exceso de grasa corporal puede presionar los pulmones y el corazón, impidiendo su funcionamiento normal.
Con una dieta equilibrada y ejercicio, puedes lograr que tu perro pierda unos kilos. Así conseguirás que gane en salud y evitarás que jadee mucho. Si no sabes identificar si tu perro sufre sobrepeso o no, te recomendamos este otro artículo: Cómo saber si mi perro está gordo.
Actividad excesiva
El ejercicio eleva la temperatura corporal, tanto en las personas como en los animales. Aunque a tu perro le encante jugar, saltar o correr, ten en cuenta que una actividad física demasiado intensa puede llegar a ser perjudicial para él, especialmente si la realizáis cuando el calor aprieta.
Si tu perro jadea mucho, busca la sombra y no quiere ir más a por la pelota que le lanzas, ha llegado el momento de dejar el juego y/o el ejercicio.
Cómo calmar el jadeo de un perro
Ahora que sabes por qué un perro jadea mucho, habrás comprobado que el jadeo intenso nunca es bueno. Por ello, hay que vigilar que disminuye progresivamente hasta que la respiración se estabiliza. Si el jadeo continúa y va acompañado de otros síntomas, como vómitos, adormilamiento o temblores, no hay que dudar en acudir al veterinario. Si, por el contrario, la situación no es grave, hay algunas medidas para tranquilizar a un perro y lograr que se refresque:
- No saques a pasear a tu mascota en las horas centrales del día, cuando hace más calor.
- Nunca dejes a tu perro en un coche con las ventanillas cerradas, mucho menos al sol (se convertirá en un horno).
- Vigila que tu perro tenga siempre a su alcance agua fresca. La hidratación es básica para evitar que un perro jadee mucho con riesgo de golpe de calor.
- Comprueba, también, que tu perro está a la sombra en todo momento (cuidado con dejarle atado al sol).
- Si la respiración de tu mascota se acelera por miedo o estrés, háblale despacio, con cariño, y acaríciale la cabeza con suavidad. Tus gestos y tus palabras pausadas son el mejor remedio.