Tratar el miedo en los perros puede ser una tarea complicada, e incluso en muchos casos puede que no llegue a solucionarse nunca, pero seguro que se puede atenuar el problema. Una de las primeras cosas que hay que hacer al detectar que nuestro peludo tiene miedo o fobia a algo o a alguna situación es hablarlo con el veterinario. Además, sobre todo si es un caso complicado, conviene que nos pongamos en manos de expertos, como los etólogos caninos.
Si te interesa saber qué más puedes hacer cuando tu fiel compañero sufre ansiedad y miedo por algo y, así, poder ayudarle, sigue leyendo este artículo de unCOMO en el que te damos consejos sobre cómo calmar a un perro que tiene miedo.
Principales causas del miedo en los perros
Son diversas las razones por las que un can puede tener miedos, traumas y fobias, ya que sucede como en las personas y es algo que depende tanto de factores internos como de factores externos al individuo. Entre las principales razones por las que un perro tiene miedo encontramos las siguientes:
- Problemas en la socialización: si cuando el animal tenía los primeros meses de vida, cuando se da la socialización y aprende cómo relacionarse con el entorno, hay situaciones negativas puede asociar la situación, los objetos, persona o animal con un resultado negativo y producirse la asociación de miedo a cierto estímulo. Este proceso se da desde las 3 semanas hasta los 3 meses de edad, pero no significa que luego no puedan seguir aprendiendo, sino que en esta fase es cuando más se aprende, más fácilmente es el proceso y más fuerte es la conexión o asociación que se crea.
- Traumas: pueden suceder en la socialización o fuera de esta. Se trata de experiencias negativas que crean traumas en el animal, como el maltrato o un accidente en el que debido a un objeto, persona o animal el can sufra daño o malestar, relacionando esto y resultando en que, cada vez que vea al causante, recuerde el daño y reaccione con miedo, inseguridad o incluso con agresividad.
- Genética: el miedo y la inseguridad a ciertos estímulos son rasgos que los canes pueden heredar, así como el ser desconfiado en general. Por tanto, una tendencia a esto facilita que ante un estímulo que pueda asustar al animal este reaccione con bastante miedo.
Cómo calmar a un perro que tiene miedo a los ruidos fuertes
Cuando un perro se asusta por ruidos fuertes como el tráfico, una puerta al cerrarse de golpe, un trueno o los fuegos artificiales, entre otras cosas, entra en un estado de miedo y nerviosismo el cual le impide seguir haciendo lo que hacía, como por ejemplo pasear contigo o comer, y le crea la necesidad de protegerse, esconderse y salir huyendo. Verás que se pone nervioso, ladra, llora, gime, se clava y no quiere seguir andando hacia la dirección de donde proviene el sonido fuerte y quiere andar hacia el lado opuesto, se esconde detrás tuyo o incluso intenta que lo cojas si así lo has acostumbrado o se esconderá en cualquier rincón desde el que le llegue mucho menos ruido.
Para calmar a un perro con miedo a los petardos, cohetes o fuegos artificiales sigue estos consejos:
- Lo primero es vital pensar que hay que actuar de forma calmada, nunca hay que dejarlo solo ni hay que gritarle o reñirle pues solo empeoraríamos la situación.
- Llévatelo de la zona en la que se oye tanto el ruido o aísla al máximo las ventanas y las puertas si estás en casa.
- Mantente cerca suyo y háblale con tono normal, relajado y positivo, y si se ha escondido, entonces déjalo sentirse más protegido ahí ya que así se relajará más fácilmente, piensa que ya saldrá cuando se sienta mejor.
- Si ya puedes prever que habrá una situación de ruido que pondrá en este estado a tu peludo, como una fiesta, petardos o un partido de algún deporte, puedes construir un nido para que se proteja antes de que empiece el problema en un lugar a ser posible ya aislado, como una habitación que quede centrada en el edificio o su transportín, y usando su cama, ropa tuya y dejando comida que le guste, por ejemplo premios o golosinas para perros. Ofrécele entrar ahí cuando se empiece a sentir incómodo o incluso antes, pero nunca lo fuerces a entrar.
- También puedes intentar distraer a tu peludo, haciendo que se centre en otra cosa que no sea el ruido que le da miedo. Por ejemplo, distráelo con sus juguetes preferidos, animándole a jugar o bien ofreciéndole algo de comida que le guste, llevándolo lejos de la zona que le da miedo.
- Si ya sabes que va a suceder cada vez que haya tormenta, pirotecnia u otras situaciones de ruido aunque estéis encerrados en casa, prueba a usar también feromonas sintéticas, que sirven para calmar a los perros con miedo, altos niveles de ansiedad y otros problemas relacionados. Suelen venderse en difusores que van enchufados y podrás comprarlas en tu clínica veterinaria de confianza.
Cómo calmar a un perro con miedo a animales, personas u objetos
En cambio, si el miedo que tiene tu perro se manifiesta cuando ve, huele u oye a ciertos animales o personas, tendrás que seguir estos otros consejos:
- Aparta el estímulo o a tu peludo si acepta caminar para acabar con el problema al momento o, al menos, notarás que se empieza a calmar.
- Distráelo con cosas positivas, invítalo a seguir andando o a correr o jugar, ofrécele sus juguetes, etcétera.
- Cálmalo con un tono de voz suave y no le grites.
- Trabaja la relación entre tu perro y esa persona o animal para que se acabe pasando y siempre hazlo de forma positiva.
- Pide ayuda a un profesional del comportamiento canino para que te guíe sobre cómo hacerlo mejor en tu caso y, así, no cometer errores que empeoren el miedo.
Más consejos para calmar a un perro que tiene miedo
De hecho, hay errores que es fácil competer si actuamos sin la ayuda de un profesional y que conviene conocer, ya que hay cosas que nunca debemos hacer para calmar a un perro con miedo, fobia, traumas o ansiedad:
Separar a dos perros que se pelean
Es muy importante que no intentemos separar de cualquier manera a dos canes en esta situación, ya se trate de una pelea de perros por motivos como marcaje, como si se trata de que uno de los dos tiene miedo y ha reaccionado así contra el perro que tenía más cerca.
Si lo haces mal puedes llevarte un buen mordisco. Simplemente, coge a tu perro por las patas traseras, levantándolas poco para que eche a andar hacia atrás, dejando de morder y retrocediendo. Mantenlo así, o contenlo como puedas, hasta que se calme. Lo mejor es que también el propietario del otro can lo haga con el suyo, pero si solo se puede hacer a uno hay que hacérselo al que en ese momento esté dominando y mordiendo más. Nunca pongas la mano delante de ellos, ni cojas el collar, ya que el cuello es donde siempre intentan morder al otro, no grites ni agredas.
No lo obligues a salir del escondite
Cuando un can se esconde por miedo es porque así se siente algo más seguro. Mientras esté en este estado y no se calme no le fuerces a salir de su escondite ya que empeorarás la situación y puede llegar a tener una mala reacción hacia ti o incluso sufrir un ataque de ansiedad o pánico.
No le castigues por orinarse de miedo
Una reacción natural del cuerpo al sentir mucho miedo, pánico o fobia puede ser orinarse debido al estrés y terror que se puede llegar a sentir y hacerlo sin si quiera darse cuenta, es involuntario. Por tanto, es un momento en el que no tiene ningún sentido ni efecto positivo que se riña al perro si esto pasa.
No le hagas callar si llora o ladra
Cuando un peludo ladra o llora hay que averiguar el motivo por el que lo hace ya que su forma de expresarse y si le mandamos callar sin saber el por qué solo conseguiremos reprimirle e ignorar el problema pudiendo causar mucho estrés y más miedo. Por tanto, si un perro tiene miedo deja que se exprese vocalmente, ya sea con lloriqueos o ladridos y, simplemente, aparta el estímulo que le provoca esto o consigue distraerlo con algo.
No obligues al perro a andar si no quiere
Si tu perro no quiere andar hacia una dirección, se queda clavado en el suelo y tira de la correa en contradirección, no le obligues a seguir ese camino por el que no quiere ir. si tiene miedo es mejor que vayas hacia donde quiere para no empeorar la situación o que, al menos, te desvíes lo suficiente para que el decida seguir andando dando un rodeo a lo que le da miedo.