¿Has intentado abrazar a tu peludo y se ha apartado? Es probable que una de las cosas que no sabías de los perros es que este gesto no lo interpretan como lo hacemos nosotros y a ellos, normalmente, les incomoda. Para ofrecerle una buena vida a tu compañero, permitiéndole disfrutar de tu compañía, tienes que informarte al máximo y aprender a interpretar lo que quiere transmitirte con su lenguaje corporal. Por este motivo, en unCOMO buscamos ayudarte a cuidar bien de tu mascota y en este artículo vamos a resolver tu duda sobre por qué a mi perro no le gusta que lo abrace. Además, también te contamos qué gestos suyos te lo estarán indicando y cómo puedes abrazarlo de una forma que a tu peludo le agrade.
Signos que indican que a tu perro no le gusta que lo abraces
Para comenzar, necesitas poder reconocer las señales que tu mascota te envía para hacerte entender que no le está gustando lo que intentas hacer o la forma en la que los estás haciendo. Piensa que, de hecho, una de las cosas que odian los perros de los humanos es que los intentemos abrazar muy a menudo o con demasiada fuerza.
Así, entre las señales que te ayudarán a saber que a tu perro no le gustan los abrazos son los estos:
- Agacha las orejas
- Gira la cara
- Desvía la mirada
- Abre mucho los ojos
- Cierra los ojos
- Bosteza
- Se relame los labios
- Levanta las patas delanteras
- Intenta irse
- Gruñe
- Enseña los dientes
- Lanza un pequeño mordisco de aviso
Lo habitual es que los canes cuando se encuentran en esta situación muestren al menos 2 o 3 de estas señales, pero a veces nos las muestran casi todas. Hay que tener cuidado puesto que podemos llegar a incomodarlos o agobiarlos tanto que por estrés lleguen a morder, aunque sea flojo. Por este motivo también debemos supervisar siempre el juego entre un perro y un niño.
Cuando lo abrazas tu perro siente bloqueo
Si te preguntas con frecuencia “por qué a mi perro no le gusta que lo abrace” porque al hacerlo has detectado algunos de los signos que hemos comentado, debes saber que Stanley Coren, psicólogo y profesor en la Universidad de Columbia Británica en Canadá, se especializó en el comportamiento canino y escribió libros y artículos en los que expone sus estudios realizados sobre las reacciones caninas ante gestos de las personas. En un artículo que publicó en Psychology Today explicó que en uno de estos estudios se demostró que, efectivamente, la mayoría de canes no son felices cuando un humano los rodea con los brazos o los coge.
Concretamente, en una muestra aleatoria de 250 fotografías de personas abrazando a sus peludos se registró que un 82% mostraba varios de estos signos de incomodidad y disconformidad. Además, este especialista del comportamiento canino explicó cuál es el motivo principal por el que esto sucede.
Comentó que los canes son animales que por su naturaleza corren y también tienen una reacción y un funcionamiento rápidos, por lo que siempre son capaces de poder escapar corriendo si creen que están en peligro. Así, si los abrazamos los estamos reteniendo y bloqueando, lo mismo sucede si los cogemos en brazos, algo que para ellos es malo porque les impide poder escapar si algo sucede, puesto que su primer recurso es correr y el último morder.
Si lo abrazas tu perro se siente dominado
Seguramente alguna vez has visto a un can echarse encima de otro mientras juegan o mientras están empezando a conocerse. Aunque, a veces, pueda parecernos que es algún tipo de juego como un abrazo la mayoría de las veces no lo es, sino que se trata de una situación en la que el can de abajo es sumiso y el de arriba dominante.
Así, cuando rodeamos con nuestros brazos a un perro puede entender que estamos tratando de dominarlo, por lo que esta es otra de las razones por las que esto le incomoda tanto. Asimismo, lo normal es que intente zafarse y nos haga entender que no es lo que quiere o, incluso, puede llegar a marcarnos con un leve mordisco, sobre todo si no es sumiso con nosotros de forma habitual o no nos conoce suficiente.
Por supuesto, no decimos que a los canes no les guste el contacto con nosotros pues por lo general les encanta. Pero, según la forma en la que nos comunicamos físicamente con ellos pueden interpretarlo de forma distinta a nosotros; así algo que para nosotros es positivo para ellos puede ser negativo y causarles estrés. Además no se trata solo de la forma de hacerlo sino también del momento; por ejemplo mientras tu fiel compañero come de su comedero seguro que no es el momento de rodearlo con tus brazos.
Cómo abrazar a un perro para que no le moleste
Primero debemos tener claro que la forma de expresar cariño y amor de los canes es bastante diferente a la nuestra tal y como hemos visto antes. Así como ellos no se abrazan como nosotros, sí les gusta mostrar y que les muestren afecto con caricias y otros gestos; por ejemplo les encanta que les rasquemos en el cuello y la barbilla, justo debajo de su morro, detrás de las orejas o les rasquemos la barriga.
Así, es bueno conocer de qué manera puedes dar cariño y abrazar a tu mascota sin que le resulte incómodo y que, de esta forma, ambos podáis disfrutarlo:
- Debes hacer los gestos suaves y acercarte con calma y cuidado, nada de movimientos bruscos o alterados que lo puedan poner en alerta o nervioso.
- Permite que te vea para que sepa que estás ahí y no lo sorprendas. Colócate a su lado, siempre es mejor que de frente o de espalda.
- Pasa un brazo por encima de su lomo hasta colocar tu mano en su barriga y pecho.
- No lo presiones, ni lo achuches ni le des golpes, tan solo dedícale unas caricias e incluso puedes rascarle un poco. Es muy importante que lo hagas con cariño y suavidad, ya que hacerlo de forma brusca o muy emotiva y con fuerza puede resultar en que tu peludo se estrese mucho de repente y te marque con un sabe bocado de aviso.
- En esta posición incluso puedes recostar la cabeza en su lomo, siendo un abrazo realmente agradable en el que ambos conectaréis positivamente. Además, debes hacer alguna de las caricias que hemos mencionado antes si queremos que disfrute realmente de este tipo de contacto.
- No prolongues mucho este gesto, es mejor que dure unos pocos segundos para no agobiarle.
- Evidentemente, todo esto es más sencillo con un can mediano o grande que no con uno de raza pequeña. Si tu peludo es pequeño lo mejor es que te acerques tú a él y le invites a subir a tu regazo y, entonces, le coloques la mano en su pecho o sobre su costado. Sobre todo no lo agobies, aprietes, presiones ni dejes caer tu cabeza o peso sobre él.
Cuando tu perro quiera contacto contigo te lo hará saber seguro. Te llamará la atención dándote un toque con su morro, vocalizando, rascándote o levantando una pata. Todos estos gestos significan que quiere que le prestes atención, así que antes de dar por sentado de que simplemente quiere caricias o juego asegúrate de que no le falte nada básico como comida, agua o bien poder hacer sus necesidades.