A los que convivimos con perros a veces nos gusta hacerles cosas que las personas solemos hacernos los unos a los otros, ya sean muestras de cariño o bien bromas para nosotros. Pero debemos pensar que ellos no comprenden todas las cosas que hacemos y las hay que les desagradan. Una cosa que todos hemos hecho alguna vez es soplarle a nuestro perro en la cara, pero ¿cómo ha reaccionado? Seguramente verías que gira la cara e intenta irse entre otras cosas, pues no suelen gustarles este tipo de cosas. Desde unCOMO queremos explicarte los motivos que despejan tus dudas si alguna vez has pensado "a mi perro no le gusta que le soplen" y te has preguntado el motivo. Sigue leyendo este artículo y descubre las razones y más detalles.
Señales que indican que a un perro no le gusta que le soplen
Aunque pueda parecernos algo evidente, hay muchas señales que nos indican que a nuestra mascota le desagrada lo que le estamos haciendo en este momento o lo que intuye que intentamos hacer. Pero, realmente, a mucha gente estos signos les pasan desapercibido por completo y no son conscientes de que el lenguaje corporal de su can les indica que paren. Por esto, es importante fijarnos en estas señales de que a nuestro peludo no le gusta que le soplen:
- Se lame la nariz
- Desvía la mirada
- Cierra los ojos
- Gira la cara
- Echa las orejas hacia atrás
- Levanta las patas delanteras
- Intenta irse
- Intenta morder el aire que le llega
- Emite gruñidos suaves
Por qué a mi perro no le gusta que le sople
Es normal que no acabemos de comprender por qué a nuestra mascota no le gusta nada que le soplen pero, en cambio, le encanta sacar la cabeza por la ventanilla del coche cuando vamos por la carretera. Pero la diferencia más clara es que en un momento lo deciden ellos y en otro no. Por lo tanto, si tu peludo busca aire fresco, ventilarse él lo buscará o puede que simplemente tenga curiosidad por algunas cosas y decida probarlas, por ejemplo sacar la cabeza por la ventana del coche. En cambio, si nosotros los forzamos a recibir aire, además en la cara o las orejas que es una parte sensible, es normal que le moleste mucho.
Si queremos acabar de ver claro que este gesto realmente no les gusta a los canes y que tienen sus motivos más que comprensibles, debemos pararnos a pensar en si a nosotros nos gusta que nos lo hagan o también en que no se lo hacemos a cualquier persona porque, en realidad, sabemos que es algo molesto. Además, podemos fijarnos en la reacción natural de los bebés a quienes también se les hace a veces y, de hecho, les irrita.
Además, es comprensible que no les agrade este gesto nuestro porque puede provocarles cosas que no son buenas para su salud. Por ejemplo, cuando le hacemos esto a un can le suceden todas estas cosas, las cuales no son agradables:
- Se le entrecorta la respiración
- Se le seca la nariz
- se le secan los ojos
- Le molestan los oídos
- Percibe un ruido muy fuerte
- Le dificulta el uso del olfato
- Nubla sus sentidos por unos instantes
Por lo tanto, viendo todo esto sabemos que es malo soplar a los perros en la cara y es normal que nuestra mascota no disfrute de este gesto. Olvídate de soplar el hocico al perro, su cara o incluso sus orejas, recuerda que el olfato es su sentido más desarrollado y que tienen una sensibilidad auditiva mucho mayor que la nuestra. Por este motivo este gesto puede molestarles más que cuando nos lo hace alguien a nosotros.
El respeto es importante
Como diríamos si hablásemos de compañeros, amistades, familia o pareja, en la relación con nuestro peludo tiene que existir un respeto mutuo. Igual que nos gusta imponer que tenemos la voz cantante nosotros en la convivencia con nuestra mascota, evitando que se suba al sofá o decidiendo cuándo queremos que coma o haga alguna cosa, es decir que respete nuestras decisiones y gestos, nosotros debemos respetarle tanto sus decisiones en si le apetece hacer o no algo como si se trata de que un tipo de comida no le gusta, cosas básicas.
Por lo tanto, si mantienes una relación en la que os respetáis los dos disfrutaréis mucho más de vuestra convivencia. Ahora que ya sabes cómo reconocer si a tu fiel compañero le gusta o no el hecho de soplarle en la cara o en otras partes, evidentemente, debes dejar de hacer cosas que puedan molestarle sencillamente porque te apetece o te parece divertido, respeta su espacio. Así que, igual que tú corriges conductas no deseadas en tu compañero, tú tienes que rectificar las tuyas.
Para ser un bueno compañero de tu amigo peludo conoce más detalles en este otro artículo de unCOMO sobre Cómo cuidar a tu perro.