Una de las cosas que más preocupa a los dueños de los perros, sobre todo si son primerizos, es la hora del baño: cuándo darles su primer baño, cada cuánto se debe bañar a un perro… Y el baño después de las vacunas es un tema muy debatido. Un simple baño no le va a hacer mal a nadie y a un perro tampoco, pero sí es cierto que hay que tener ciertas consideraciones. La mayor parte de las vacunas se les pone cuando son cachorros y el sistema inmunológico del animal aun no está del todo preparado. Esto sumado a que con la vacuna todas sus defensas están actuando en esa zona, no es el mejor momento para bañarle ya que podría resfriarse y acabar peor. Lo mismo ocurre con los adultos, aunque no sean cachorros sus defensas están actuando debido a la vacuna y por eso están más bajas. Por lo tanto, bañar a tu perro después de una vacuna no es lo ideal, sino que es mejor no hacerlo en este momento y en este artículo de unCOMO te explicamos todos los detalles sobre esta duda frecuente: ¿Puedo bañar a mi perro después de la vacuna?
El baño en los perros y la vacunación
Aunque pensemos que un baño calentito o una ducha van a relajar a nuestro animal estamos equivocados. El baño es un momento estresante para el perro, sobre todo si no están acostumbrados o si es la primera vez cuando no saben lo que está pasando. No es su estado natural bañarse, por lo que les crea un estado de alarma y ansiedad.
Entonces, te preguntarás ¿por qué bañamos a los perros? Está bien bañar al perro de vez en cuando porque así evitamos algunas bacterias y hongos, pero hay que tener en cuenta el pelaje de nuestro animal para saber si bañarle más o menos y seguir una serie de indicaciones.
Si tu perro tiene el pelo muy largo lo suyo es bañarle cada mes o cada mes y medio. Si es excesivamente largo y realmente requiere un baño puedes hacerlo cada mes en lugar de esperar algo más. Si tiene el pelo corto es mejor hacerlo cada dos meses. Puede que estés pensando que es mucha espera para bañar a nuestra mascota pero, repetimos, bañarlos no es lo normal en un perro y solo lo hacemos para evitar hongos y otros parásitos en los perros. Aunque, está claro que si tu perro se ha ensuciado en el barro puedes darle un baño inmediatamente.
Cuando bañamos a los perros estamos eliminando la protección natural de su piel, por eso además de no hacerlo en exceso debemos que tener en cuenta el jabón que vamos a usar. La piel de las personas es más bien ácida pero la de los perros tiene un pH más a neutro, por lo que si te preguntas "¿Puedo bañar a mi perro con mi champú?", la respuesta más directa es que no es aconsejable que uses el mismo jabón que usas tú normalmente para bañar a tu mascota. Para ello utiliza un jabón neutro o específico para animales y que sea inodoro. El hecho de que no tenga perfume es porque a los perros no les gustan los olores extraños, por muy bien que nos huela a nosotros. Por eso, si enjabonas a tu perro con un producto que huele a algo que no le guste se irá corriendo a rebozarse por el suelo para eliminar de su cuerpo ese olor que para él es una peste.
Hay que tener en cuenta también las alergias en los perros, que también las tienen. Por eso si ves que presenta un cuadro alérgico en su piel o irritabilidad en cualquier momento es mejor consultar al veterinario, ya que incluso el jabón específico puede estar causándole una reacción.
¿Qué puede pasar si baño a mi perro después de una vacuna?
Lo importante es bañarlo con una temperatura del agua templada, ni muy frío ni muy caliente, y secarlo muy bien con el secador y la toalla para que no quede húmedo, ya que esto le haría enfriarse y resfriarse. Por eso, cuando vacunas a tu perro y sus defensas están actuando en la vacuna si le das un baño, que además le cambia su temperatura corporal, podrías estar causando un posible resfriado o enfermedad debido a las defensas bajas. Asimismo, otra posibilidad además de facilitar la aparición de una enfermedad es que incluso se acentúen los efectos secundarios de la vacuna.
El primer baño de un cachorro es muy importante, pues en esta época es cuando más se vacuna. Más adelante, en el apartado de los cuidados del cachorro, te contamos cómo hacer que su baño sea lo más agradable posible y a qué edad debe ser.
Vacunas y efectos secundarios
Las vacunas protegen a nuestro perro de enfermedades como la hepatitis, el moquillo o la rabia, aunque como ocurre en las personas pueden tener efectos secundarios. Tu veterinario te dirá cuál es el calendario de vacunación para que puedas tener a tu mascota vacunada por completo. La mayoría de vacunas se ponen durante los primeros cinco meses aunque algunas de ellas como la de la rabia tienen refuerzos cada año o cada ciertos años.
En cada país hay unas normas legales de vacunación y algunas vacunas son obligatorias por lo que si estás pensando viajar con tu mascota lo más seguro es que te pidan su cartilla de vacunación y, en los casos de requerir algunas más, te pedirán que le vacunes antes de viajar.
Los efectos secundarios de las vacunas pueden durar hasta tres días y pueden provocar fiebre o vómitos en el animal. Es recomendable que después de la vacuna estés más pendiente de tu mascota para ver si le ha dado alguna reacción. En caso afirmativo si los síntomas duran más de tres días o son más graves acude a tu veterinario.
Lo que ocurre con las vacunas, tanto en animales como en las personas, es que se introduce el propio virus en el cuerpo para que así el sistema inmunitario genere defensas. La memoria inmunitaria del organismo hace que si alguna vez padece esa enfermedad se creen anticuerpos para combatirla. Por eso, cuando vacunamos a nuestra mascota estamos haciendo que el sistema inmunitario y sus defensas estén trabajando y someterles a un baño donde su temperatura corporal cambia puede hacer que las defensas, que están ocupadas, no reaccionen y nuestra mascota coja algún resfriado que podría derivar en algo más serio, por ejemplo en una neumonía en perros.
Cuidados de los cachorros: las vacunas y el baño
Cuando acogemos a un cachorro, ya sea adoptado, regalado, comprado o encontrado, hay que tener en cuenta una serie de cuidados específicos. Es cierto que un perro adulto también tiene que tener unos cuidados, como sacarle a la calle para que haga sus necesidades y se mueva y relacione, pero un cachorro necesita mucha más atención y cuidados y dos de los temas a tener en cuenta es el tema de la vacunación y su primer baño.
Como hemos visto antes, el veterinario nos indicará el calendario de vacunación para que podamos inmunizar a nuestra mascota. Asimismo, los cachorros lactantes no tienen que ser vacunados hasta que no dejan de ser amamantados. Por esta razón, los cachorros no deben salir a la calle hasta que no han terminado de recibir todas las vacunas. Esto es porque, aunque solo le saques a la terraza o a la calle de tu casa podría coger cualquier enfermedad. Sus defensas no están del todo preparadas y no su sistema inmunitario no reaccionará ante las enfermedades de igual manera que en un perro adulto por lo que no solo podría coger una enfermedad o resfriado sino que, además, esta se acentuará porque no tiene las defensas suficientes y podría agravarse la situación.
Por eso, también hay que tener en cuenta la hora del baño. Es conveniente no hacerlo hasta después de estar vacunado por la misma razón, sus defensas no están preparadas y podría resfriarse. Y volvemos a la cuestión de este artículo que es el baño después de la vacuna, que, como ya hemos visto no es una buena opción y menos en un cachorro, por lo que será mejor esperar un tiempo antes de bañarlo tras vacunarlo.
Para darle su primer baño, además, una vez esté vacunado tienes que preparar el momento. El baño, como hemos visto, es una situación estresante por lo que si vas a bañarle por primera vez lo mejor es que lo hagas con el cachorro en tu regazo dentro de la bañera o ducha. No pongas muchas agua en la bañera, de hecho mejor sería poner un poco de agua y darle una ducha. Métete en el baño con tu mascota para que te sienta a su lado y no se asuste y regula muy bien el agua para que esté templada. Utiliza el jabón específico como hemos comentado y después sécale muy bien con el secador a una temperatura media y a cierta distancia para no quemarle sin querer. Lo mejor es que sea un momento tranquilo y se encuentre lo más cómodo posible. No le dejes solo en la bañera o al ducha y le eches el agua a presión o podría estresarse y cogerle miedo a ese momento, además de pasar un muy mal rato.