Muchos de los padecimientos que sufrimos los humanos también pueden ser experimentados por los perros, incluyendo la alergia. Los canes pueden ser alérgicos a elementos que se encuentran en el ambiente, como el polen o el polvo, presentando molestias especialmente en primavera u otoño, pueden tener reacciones frente a compuestos específicos como la saliva de las pulgas o, en muchos casos, presentar alergias alimentarias vinculadas al pienso que consumen o a algún alimento en concreto.
Y, también del mismo modo que ocurre con los humanos, determinar que un perro padece alergia alimentaria no es tan fácil, pues hay que descartar diversas condiciones previamente y tener en cuenta algunos aspectos para poder declarar con firmeza que se trata de esta patología. Para aclarar este panorama, en unComo.com te explicamos cómo saber si tu perro tiene alergia al pienso evaluando sus síntomas y las principales señales de esta condición.
Síntomas de que el perro es alérgico al pienso
La alergia alimentaria en perros aparece de manera repentina, presentándose normalmente entre el año y los tres años, sin embargo el animal puede comenzar a manifestar los síntomas de alergia al pienso más adelante, a una edad avanzada. Esto ocurre básicamente porque el cuerpo del animal puede ser sensible a un alimento o compuesto determinado, pero es a medida que se expone con mucha frecuencia a ese detonante en concreto que desarrolla una hipersensibilidad al mismo, finalmente el sistema inmune del animal acabará por identificar esa sustancia como un agente extraño, dando lugar a todos los síntomas propios de una alergia.
Aunque no lo creas tu perro puede volverse alérgico a un pienso que lleva años comiendo solo porque el mismo contiene uno o varios ingredientes que le producen los síntomas. Esta situación puede ser completamente repentina, del mismo modo que ocurre en los humanos, quienes pueden volverse alérgicos a un alimento que siempre han comido sin problemas.
El primer paso para saber si tu perro es alérgico al pienso es determinar los síntomas que presenta el animal. Algunas de las señales comunes que denotan una alergia alimentaria son:
- Comezón de manera prolongada y sin ninguna relación con la estación. En primavera u otoño muchos perros pueden sufrir molestias en su piel debido a alérgenos como el polen o el polvo, que también los afectan. Pero en el caso de las alergias alimentarias el prurito se presenta en cualquier momento del año y sin causa aparente, no hay pulgas, ni cualquier otro parásito o condición que pueda explicar por qué el animal se rasca tanto. Los picores pueden presentarse en zonas localizadas o en todo el cuerpo.
- Diarrea frecuente o continua.
- Vómitos, pueden ser ocasionales o frecuentes.
- Dificultad para respirar.
- Moqueo o lagrimeo más abundante de lo común.
- Pueden presentarse tos y estornudos.
- En algunos casos el animal manifiesta también infecciones como la de oído, esto debido al debilitamiento del sistema inmune.
Compuestos alimentarios que pueden causar alergias en el perro
Algunos de los ingredientes contenidos en el pienso que más alergia produce en los canes son:
- El trigo
- El maíz
- La soja
- Los huevos
- La pulpa de la remolacha
- Carnes como la ternera, el pollo o la carne de caballo
- Leche o derivados lácteos
Identificar a qué ingredientes es alérgico el perro resulta básico, pues incluso el pienso hipoalergénico puede contener trazas de algún producto que provoque alergia en el animal, y por tanto el cambio no surtirá el efecto o la mejoría esperada.
Diagnóstico y tratamiento de las alergias alimentarias en el perro
Una vez que sospechamos que el perro padece una alergia, el siguiente paso es acudir al veterinario. Los vómitos y la diarrea, junto con la comezón constante, pueden evidenciar que se trata de un alérgeno alimentario, sin embargo es el veterinario quien debe diagnosticar el problema.
Los análisis de sangre y de piel se emplean para identificar los alérgenos, ya sean alimentarios o ambientales, sin embargo en muchos casos no arrojan resultados claros, por lo que uno de los procedimientos más habituales a los que recurren los veterinarios cuando sospechan de esta condición es la dieta de eliminación.
¿En qué consiste la dieta de eliminación?
El veterinario elige una dieta específica que el perro debe seguir durante entre 8 y 12 semanas como mínimo. La dieta debe seguirse al pie de la letra y no romperse jamás, por lo tanto el animal no debe recibir ni una sola croqueta, premio, comida comercial o cualquier cosa que no esté incluida en la dieta que se ha preparado para él, de lo contrario los resultados podrían salir alterados. Si efectivamente el problema es el pienso, con la dieta de eliminación los síntomas deberán desaparecer y, cuando el animal vuelva al pienso que consumía antes, aparecerán nuevamente al cabo de pocos días e incluso de horas, una señal de que el problema se encuentra en el alimento.
A partir de allí el veterinario facilitará el pienso indicado para el perro e informará qué productos deben desaparecer de la dieta del animal. Los suplementos de omega 3 pueden ser útiles en el tratamiento de esta condición, pues disminuyen la inflamación y los picores producidos por la alergia, por lo tanto conviene consultar al veterinario al respecto.