Parece una tarea muy sencilla, simplemente tomas a tu perro, lo llevas a su nuevo hogar ¡y listo! Pero la realidad es que, al igual que ocurre con los gatos, la mudanza es una experiencia muy tensa y estresante para el perro pues deberá abandonar su territorio para llegar a uno que no conoce, lo que puede generarle ansiedad e incertidumbre. Aunque es posible que a tu mascota le tome algunos días adaptarse a su nuevo territorio, tú puedes llevar a cabo algunas medidas para que la mudanza sea lo menos traumática posible para el animal, haciendo que la transición sea más simple para todos. Por eso en unComo.com te explicamos cómo mudarse de casa con un perro y garantizar al máximo su bienestar.
Antes de la mudanza
Tú casa y también tú barrio es que lo tu perro asocia con su territorio, por lo que sacarlo repentinamente de él puede causarle una gran ansiedad y hacer que la adaptación al nuevo hogar sea más complicada.
Para evitar esto, antes de mudarte de casa con un perro es importante que:
- Si te mudas a la misma ciudad, es importante que lleves varias veces al perro a su nuevo barrio. Comienza el recorrido cerca del lugar que será su casa y dale un buen paseo por la zona, esto hará que el animal comience a familiarizarse con el espacio.
- Asegúrate de que tu perro tenga el chip o una placa de identificación, de este modo si al llegar a su nuevo hogar se pierde o intenta escapar podrás encontrarlo con mayor rapidez.
- No cambies nada relacionado con el perro: ni su cama, ni sus juguetes, ni siquiera laves su cobija. Es muy importante que el animal sea capaz de identificar sus cosas en su nuevo hogar, cambiarlas o reemplazarlas solo aumentará su ansiedad.
- La mudanza implica cajas por todos lados, cosas que van desapareciendo y un movimiento que puede estresar a tu animal. Es importante mantener muy bien la rutina del perro, sus horas de paseo y hábitos. Evita guardar los objetos de tu mascota hasta que no sea el día de partir, de este modo le someterás a menos cambios.
- Si debes trasladar al animal en trasponrtín, unos días antes de la mudanza dejalo a la vista para que el animal se vaya acostumbrando a su presencia. Puedes meter dentro uno de sus juguetes favoritos para impulsarlo a entrar y explorar este lugar en el que deberás trasladarlo.
El día de la mudanza
Sabemos lo que un día de mudanza implica: movimiento de cajas y muebles, gente entrando y saliendo y demasiada actividad para un animal que no sabe lo que ocurre. Si tu perro es demasiado nervioso puede que esto no le siente muy bien, por eso lo ideal sería sacarlo de casa mientras vacían el lugar. Puedes llevarlo a un largo paseo, dejárselo a alguien conocido por el animal o llevarlo a algún lugar para que lo cuiden durante el día. Si ninguna de estas opciones es posible, entonces deberás intentar mantener calmado al perro mientras se realiza la mudanza.
Una vez que el traslado se ha hecho te recomendamos que:
- Des al perro un largo paseo y unos buenos momentos de juego antes de entrar en la nueva casa. Esto le ayudará a quemar energía y a reducir su ansiedad, por lo que entrará mucho más tranquilo a su nuevo hogar.
- Al llegar permite que el perro explore y huela todo cuanto quiera. Puedes dejarle algunos premios en ciertos puntos de la casa para que se sienta recompensado por estar ahí. Es buena idea que el animal encuentre todos sus objetos ya desembalados y en el lugar en el que estarán de forma definitiva, así podrá ir haciéndose la idea de que este es su nuevo territorio.
- Sigue con las rutinas del animal sin saltarlas para que no sean tantos cambios juntos.
Ayudar a tu perro a adaptarse al nuevo hogar
Es importante que tu perro se sienta cómodo en su nuevo hogar, por eso deberás dejar que lo explore mientras lo van instalando todo. Asegúrate de que el lugar donde has ubicado su cama y su plato de comida sea el adecuado, y que el animal pueda estar cerca de la familia para que se sienta acompañado.
Es importante que los horarios de paseos y comidas se mantengan, pero que dediques un poco más de tiempo para conocer el barrio con tu mascota y todos aquellos espacios al aire libre en los cuales podrá jugar. Durante la primera semana sigue siempre la misma ruta para que el animal la memorice y, poco a poco, ve añadiendo nuevos recorridos.
Y, por supuesto, no olvides compartir con tu perro y hacerle saber lo mucho que le quieres. Los mimos, las felicitaciones y las recompensas le ayudarán a sentirse animado y feliz con el cambio.