Son muchas las causas por las que un perro puede tener miedo a las personas y, aunque muchos no consiguen superar la timidez, lo cierto es que con unos buenos hábitos de socialización y un refuerzo positivo, podemos evitar que se desencadenen fobias, ansiedades por separación e incluso un comportamiento agresivo. En unComo.com te explicamos qué hacer si tu perro tiene miedo a las personas.
Por qué mi perro se asusta con las personas
Como hemos comentado, las causas pueden ser de naturaleza muy diversa. No obstante, existen algunas que se repiten con más frecuencia y entre ellas figura el hecho de que sea una característica de la raza y una predisposición genética.
En el caso en que tu perro pertenezca a este tipo de canes, solucionar el problema puede resultar muy difícil o incluso imposible. Muchos expertos ponen como ejemplo al famoso Scooby-Doo, el protagonista de la serie animada de Hanna-Barbera. Como ya sabrás, Scooby es un Gran Danés y los especímenes de esta raza se caracterizan por ser animales bastante asustadizos.
Otro ejemplo son los galgos, por eso empieza por investigar si la raza de tu mascota puede ser una del tipo "miedoso", en ese caso deberás reforzar la socialización con humanos, pero entendiendo que puede ser difícil que el animal cambie por completo.
Qué otras causas son las más comunes
Las razones más habituales por las que nuestro perro puede tener miedo a las personas son una experiencia negativa con un humano, que ha acabado por traumatizar al perro; y/o no haber sabido socializar al perro desde cachorro.
En el caso de un proceso traumático, la respuesta de tu perro puede ser diferente. Algunas mascotas sólo temen a quien lo traumatizó o lo maltrató, en cambio otros temen a todos los humanos; y, por último, existen perros con miedo hacia el grupo que se asemeja a quién le infirió el daño: niños, ancianos, hombres, mujeres.
Cómo ayudar a que mi perro supere ese miedo a los humanos
Es muy importante ejercitar la socialización del perro y empezarla cuanto antes. Además también hemos de "educar" a las personas que van a acercarse a nuestra mascota, para que lo hagan con una actitud que no provoque miedo o rechazo en el animal.
De entrada, quienes vengan a casa deberán hablar suavemente y no realizar movimientos bruscos, para que el perro no se altere. Evitar el contacto visual en un primer momento también ayuda.
Enseñemos a nuestros invitados y a quienes se acerquen al perro, cómo acariciarlo. Nada de golpecitos en lo alto de la cabeza, algo que interpretan como una actitud dominante, mejor rascarlo por detrás de las orejas.
También funciona muy bien repartir golosinas entre las personas con las que se va a encontrar el perro y cuando se acerquen a ellos, que lo premien, así nuestra mascota tendrá un refuerzo positivo.
Por último, si vemos que alguna situación le provoca ansiedad hasta el punto de no poder soportarlo, es importante que alejes a tu animal de ese espacio o lugar para evitar que el malestar se incremente.