Entender el lenguaje corporal de tu perro y saber cómo comunicarte con tu mascota es realmente importante para poder establecer un vínculo con tu animal y conseguir entenderle. Pero hay otros aspectos que no se puede dejar pasar por alto: los ladridos, los aullidos y los gruñidos de tu perro. Hay quienes piensan que un ladrido es un ladrido y punto, pero no es así. Tu perro te estará diciendo mucho a través de su comunicación oral. Por eso desde unComo.com te queremos orientar a cómo entender los ladridos, aullidos y gruñidos de mi perro.
Los ladridos
Para entender los ladridos de tu perro, primero tendrás que aprender a diferenciarlos.
- Ladrido fuerte, agudo y rápido. Nos estará indicando agresividad y territorialidad.
- Ladrido gutural o corto de forma frecuenta, puede ir acompañado de gruñidos. Advertencia a la manada, de peligro potencial. Tú eres su manada.
- Ladrido corto. Tu perro te saluda, te da la bienvenida.
- Ladrido corto de tono alto. Juega contigo.
- Ladrido agudo como un grito. Te indica que tu perro siente dolor o se encuentra mal.
- Ladrido bajo y espaciado. Te advierte que retrocedas, que puede atacar.
Los aullidos
- Aullido largo. Se siente solo.
- Aullido corto con tono alto que aumenta. Tu perro está feliz.
- Aullido en modo sirena. Tu perro responde a otros aullidos o a un ruido constante.
- Aullido solo. Señal de caza.
También puede ocurrir que tu perro emita aullidos únicamente porque se encuentra feliz.
Los gruñidos
Tu perro puede emitir gruñidos juguetones que son comunes cuando está jugando, así que hay que saber diferenciar los gruñidos de juego con los agresivos o de alerta. Aunque un perro que está demasiado exaltado jugando puede morderte.
- Gruñido bajo. Debes retroceder porque te está indicando que es un perro dominante y puede atacarte si se siente invadido.
- Gruñido con ladrido corto. Tu perro está respondiendo a una amenaza. Ten cuidado porque puede ser un aviso de que va a atacar.
- Gruñido medio con o sin ladrido. Indica que tu perro está nervioso y puede ponerse agresivo.
- Gruñido suave en murmullo. Signo de alegría y de juego.
- Gruñido con ladrido en tono alto. Tu perro se siente inseguro y aunque no quiere pelear, si le siguen molestando lo hará.