Los perros son animales rutinarios, necesitan una pauta horaria para encontrar la estabilidad y sentir que controlan todos y cada uno de los elementos que forman parte de su entorno. Cuando algo falla o se altera, pueden entrar en un estado de estrés o ansiedad que, si no es identificado y tratado, puede llegar incluso a derivar en una depresión. Los trastornos emocionales son condiciones muy comunes en los cans pero difíciles de apreciar. En muchas ocasiones tendemos a relacionarlos con un cuadro de celos, si acabamos de introducir una nueva mascota al hogar, mal comportamiento o cansancio. Sigue leyendo y descubre cómo saber si tu perro tiene depresión para empezar a combatirla y devolverle la felicidad.
Pasos a seguir: 1Lo primero que debes saber es que existen determinados tipos de perros que presentan una mayor tendencia depresiva que el resto, es el caso de las razas Terrier. Por su carácter y personalidad, estos cans tienen más posibilidades de sufrir depresión. Asimismo, un perro que provenga de una perrera, guardería canina o criadero y haya sido adoptado de adulto será más propenso por el cambio de entorno.
2Para identificar los síntomas de la depresión canina deberemos prestar especial atención al comportamiento de nuestro perro. Uno de los primero cambios notables suele ser la falta de actividad y relación con otros perros. En general, un can en estado depresivo pierde el entusiasmo por sociabilizarse y jugar con otros cans. Asimismo, presenta una clara apatía respecto a sus dueños y otros humanos.
3Es posible, incluso, que haya dejado de correr y empiece a caminar más lento, a pesar de haber sido un perro enérgico. Normalmente, los perros que al salir a pasear se alteran, saltan y corren sin obedecer a su dueño, suelen actuar de esa determinada manera porque están estresados o ansiosos debido a la falta de ejercicio. Cuando ocurre lo contrario, y el perro no quiere realizar ningún tipo de actividad, hablamos de depresión.
4Los cambios en el apetito son otro de los síntomas más comunes de la depresión canina. En general, los perros depresivos acostumbran a perder el hambre, provocando una considerable bajada de peso. Sin embargo, cada perro es un mundo, y a muchos les ocurre justo lo contrario, comen en exceso o hasta que dejan el cuenco vacío. Observa si tu perro ha dejado de comer o come más cantidad de la normal. Un síntoma que sí acostumbran a presentar la mayoría de cans depresivos es un aumento de la ingesta de agua.
5Un perro que se encuentre en estado de depresión medio o avanzado, con total probabilidad dormirá mucho más de lo que debe. Es posible, incluso, que ocupe gran parte de su día durmiendo y bebiendo agua. Sin embargo, igual que ocurre con los cambios alimentarios, algunos perros presentan síntomas contrarios, es decir, no pueden conciliar el sueño.
6Otro de los síntomas que puede presentar un can con depresión es llorar o gemir con frecuencia y sin motivo aparente. Muchos cans acuden a este acto para pedir ayuda a su dueño y conseguir que le preste más atención. Asimismo, pueden presentar otros cambios de comportamiento como ir de un lado a otro o esconderse en algún rincón del hogar, cosas que antes no hacían. Es importante prestar atención a estos síntomas porque es posible que la causa de la depresión canina sea una falta de atención por nuestra parte.
7Si tu perro presenta alguno de estos síntomas y sospechas que puede padecer un estado de depresión, no dudes en llevarlo al veterinario para que lo examine e inicie el tratamiento adecuado para combatirla. Como ves, todos estos síntomas no son exclusivos de esta condición, por lo que es posible que en lugar de depresión sufra alguna enfermedad o dolencia física. Es por ello que es fundamental que sea un profesional quien determine qué le ocurre a tu can.