Los gatos son criaturas más bien longevas que pueden vivir más de 20 años si se les atiende correctamente durante su niñez y juventud. La mayoría de los gatos mueren siendo jóvenes o durante la mediana edad debido a accidentes, lesiones o infecciones y enfermedades mal atendidas, pero en general son animales sanos y fuertes que pueden acompañarte con gran vitalidad durante muchos años. Ten en cuenta que el hecho de cuidarlo con dedicación durante sus años de juventud te permitirá asegurarte de que tendrá una vida y larga y sana en la que los años no lo debilitarán como si fueran criptonita.
Si tienes un
gato anciano o uno maduro al que quieres asegurar una vejez sana, funcional y feliz, sigue los consejos que te traemos a continuación y disfruta de su amorosa y tierna compañía el mayor tiempo posible.
Modifica su alimentación
De esta manera evitarás que tenga problemas digestivos, que desarrolle enfermedades crónicas y que pierda piezas dentales antes de tiempo. Si durante años lo alimentaste con alimento seco apenas modificado de vez en cuanto con alimento húmedo, trata de incluir más comidas húmedas, cuida que beba suficientes líquidos y agrega alimentos nutritivos que mejoren su salud general y su digestión como las sardinas, que son una grandiosa fuente de nutrientes esenciales como los ácidos grasos omega 3 y 6 y además evitan la formación de bolas de pelo. Si puedes añadir un multivitamínico al menos a partir de los 8 o 9 años de edad, sería estupendo.
Protégelo de los parásitos
Las pulgas, garrapatas y piojos no sólo lo molestan, arruinan su pelaje y te traen problemas a casa, sino que son la principal vía de entrada de virus, bacterias y parásitos a su sistema. Trata de vacunarlo contra este tipo de parásitos externos o de protegerlo con un collar repelente. Considera así también evitarás que desarrolle parásitos intestinales que pueden afectar mucho su salud.
Evita accidentes
Si tienes un
gato anciano que pasó su juventud esquivando peligros, involucrándose en peleas y apareándose sin control, es hora de que tomes cartas en el asunto. Para empezar, esterilízalo si aún no lo has hecho y mantenlo en el interior para que esté protegido y pueda tener una vejez tranquila. Trata de jugar con él según te lo permita para que no gane demasiado peso, lo cual suele suceder cuando se les esteriliza y se les mantiene en el interior. Ten en cuenta que al mantenerlo adentro también lo proteges de enfermedades contagiosas graves como la leucemia felina y de la infección con parásitos peligrosos que se transmiten a través de la tierra y los animales que suelen cazar. Una vez dentro, aplícale sin falta las vacunas que el veterinario te indique una vez cada año.
Combate el dolor
Si tu minino sufre de problemas musculares u óseos como es la artrosis, que es común en los gatos mayores, busca ayuda del veterinario y apóyalo con una terapias alternativas como la acupuntura, el masaje terapéutico o la homeopatía, que son técnicas naturales muy efectivas contra el dolor.
Cuida su sistema urinario
La inflamación o problemas urinarios y del riñón pueden debilitarlo mucho, así que cuida su comportamiento para que detectes cualquier anomalía. Es común que los gatos ancianos tengan problemas renales, pero es no es una regla. Si notas que maúlla al orinar, si orina poco y con dificultad o si súbitamente ha dejado de usar la caja de arena, llévalo de inmediato al veterinario.
Hazle chequeos médicos
Procura que tu
gato anciano visite sin falta al veterinario al menos una vez al año para que le realice un chequeo general.
Fuente imagen: elmagicomundofelinodeniki.blogspot.com
