Tal vez hayas escuchado muchas historias sobre la relación entre los gatos y los perros. Existe un idea preconcebida en la sociedad de la conflictividad entre estos dos animales: de ahí surgen expresiones populares como "llevarse como el perro y el gato". Pero, ¿has comprobado que sea cierto? La realidad es diferente, por lo que es posible convivir con ambas especies en un mismo núcleo familiar.
Pese a que puede parecer que no es sencillo y a que requiere ciertas medidas para que la relación sea buena, realmente los gatos y los perros pueden convivir en una misma casa. La clave está en la manera de introducir al nuevo miembro familiar. Así que lo importante es aprender cómo hacer que un perro y un gato se conozcan y se lleven bien o, al menos, se respeten y puedan convivir tranquilos.
Si quieres saber cómo meter un gato en una casa con perros para que la convivencia sea tan sencilla como antes de su llegada, en unCOMO te recomendamos que sigas leyendo este artículo.
Preparar espacios propios separados
Habilitar sitios de descanso por separado es importante para que puedan convivir perros y gatos juntos en un mismo hogar. En este sentido, tendrás que visualizar las mejores ubicaciones para que el felino y los canes estén cómodos para acondicionarlos para ellos.
A los gatos les encanta controlar todo lo que sucede en casa para sentirse seguros, por lo que es interesante preparar áreas de descanso en zonas altas para que puedan observar. De esta forma, también podrá dormir tranquilamente sin que tus perros lleguen a molestarle. Una buena opción para tener un área alta son los postes rascadores que incluyen alguna superficie plana alta o zonas de cama.
En cambio, los caninos te agradecerán descansar en el sofá y la cama o bien, en camas para perros y en alfombras ubicadas cerca de ti. Así, podrá estirarse y tener más contacto contigo. Aún así, intenta preparar dos o tres zonas de descanso para cada perro y el gato que tengas en casa, pudiendo elegir así en cada momento dónde relajarse.
Conseguir respeto de los perros por la zona de descanso del gato
El siguiente consejo si quieres juntar a un perro y un gato o a varios perros y un gato en la misma casa es que preparar las zonas de descanso separadas para el gato, como hemos explicado antes, no será suficiente si no trabajas con los perros para que aprendan a respetar esas áreas. Tendrás que hacerlo con antelación, no el mismo día en que el felino llegue a casa.
Lo más importante es conseguir que tus pequeños peludos entiendan la prohibición correcta, es decir, acostumbrarlos algunos días antes de la llegada del gato para que puedan relacionar que no se les deja acceder a la zona y, así, no pensarán que lo que tienen restringido es el contacto con el gato, lo cual podrían interpretar si se empieza a hacer este ejercicio el mismo día que llega el felino a casa.
Poner comida en sitios distintos
Para conseguir que gatitos y perros convivan bien desde el principio es importante empezar ofreciéndoles la comida en espacios separados, aunque puedan verse, ya que lo importante es que puedan comer tranquilos cada uno en de su plato.
Teniendo a varios perros en casa, seguramente, te habrás dado cuenta hace tiempo de su afán por la comida o, al menos, en general los canes tienen curiosidad por probar la comida que ven, pues son curiosos y les suele gustar probar comida nueva o cualquier alimento que les parezca sabroso al olfatearlo. Por este deseo de comer, también pueden decantarse en cualquier momento por la comida del gato, sobre todo si has juntado todos los cuencos. Lo ideal es que los coloques en lugares distintos de la casa: así tendrás más garantías de que los canes comen su comida y no la del gato. Además, al revés también podría pasar, pues hay gatos a los que les encantan variedad de alimentos y no tienen reparos en probar las que haya en la comedera de un perro.
Así, para evitar conflictos entre las dos partes, tendrás que empezar por poner los platos separados e ir fijándote con el paso de los días si alguno intenta comerse la comida del otro y la reacción de este. Con esta observación podrás ir viendo si en el caso de tu gato y tus perros puedes juntarlos para comer o si es mejor que coman en habitaciones separadas. Lo mismo sucede con las bebederas de agua, procura colocar varias en distintos lugares de la casa para que todos tengan fácil acceso y no se peleen por ello.
Conocer el comportamiento de tus perros con los gatos
Antes de meter en casa a un gato si ya tienes perros, procura observar cómo se comportan tus perros cuando ven a gatos en la calle o en otras casas. Si reaccionan con agresividad u otras conductas negativas, deberás reflexionar la conveniencia de adoptar a un felino y, además, asegurarte de enseñar de forma positiva a tus perros para que aprendan a estar con gatos fuera de vuestra casa antes de intentarlo dentro.
Si tus perros muestran cierta curiosidad o simplemente no reaccionan de forma especial a la presencia de gatos en su entorno, entonces podrás plantearte su acogida.
Conocer el comportamiento del gato que quieres adoptar
¿Cómo hacer para que un gato se adapte a un nuevo hogar? ¿Cómo hacer que un gato acepte a un perro? Esto son dudas frecuentes al querer acoger a un felino en una casa y hay que tener en cuenta que uno de los factores más condicionantes es el carácter y el comportamiento del gato, siendo cada felino un caso distintos a otros, pues cada uno tiene su personalidad.
Así, tan importante es analizar el comportamiento de los perros cuando tienen contacto con un gato como en el sentido inverso. Pese a que la proyección social de los cachorros es mucho mayor que los adultos, hay felinos de todas las edades que se relacionan positivamente con los canes. Para saber cómo es realmente el gato que quieres acoger en casa, sigue las recomendaciones de los profesionales que trabajen en la protectora de animales o del hogar en el que ha estado viendo el felino hasta ahora. Además, fíjate en tus primeros contactos con él en cómo reacciona a todos los estímulos y a relacionarse contigo, pues piensa que no solo te olerá a ti, sino que será capaz de detectar el olor de tus canes en tus manos o en tu ropa.
Usar feromonas
Rociar la zona de descanso del gato con feromonas sintéticas es una buena manera de acelerar el proceso de adaptación del felino en casa. De esta manera, conseguirás reducir los niveles de estrés, ansiedad o miedo que pueda acumular por llegar a un nuevo hogar. Las feromonas naturales de los gatos les ayudan a estar cómodos y tranquilizarse, sintiéndose seguros, y estas que puedes rociar en algunos rincones de la casa o usar en difusor consiguen el mismo efecto.
Este es un buen consejo para ayudar al felino a adaptarse, pero aquí puedes conocer más sobre Cómo preparar la casa para tu nuevo gato.
Tratarlos por igual para evitar celos
La llegada del gato a casa puede crear celos en los perros. Al ser un nuevo miembro de la familia, es normal tener una mayor atención por su bienestar durante las primeras semanas, pero los caninos necesitarán los mismos cuidados y cariños que les has proporcionado hasta ese momento.
Por lo tanto, no descuides a los perros y mantén la misma atención por ellos, seguro que encuentras tiempo para todos tus peludos.
Evitar los castigos
Los perros querrán interactuar enseguida con el gato para conocerlo, pero este deseo de relacionarse con él puede atosigar al felino y agobiarle de tal manera que le provoque nervios o ansiedad. Procura evitar estas situaciones haciendo un acercamiento lento, con algo de distancia al principio y poco a poco reduciéndola. Por ejemplo, deja que se huelan por debajo de la puerta cerrada o que se vean a través de una ventana o puerta de cristal.
Recuerda no castigar a los caninos ni al felino, pues el castigo no trae un aprendizaje completo ni bueno. Lo mejor es optar por el refuerzo positivo en la educación de ambas partes. Si se da el caso de que tienes que apartar a los canes de la zona en la que está el gato porque lo atosigan demasiado, hazlo llamándolos hacia otro lugar y ofreciéndoles una actividad que los distraiga, dándoles juguetes o jugando con ellos, consiguiendo así que se distraigan y no centren toda su atención en el gato. De esta forma, el felino recuperará su espacio y podrá tranquilizarse. También te recomendamos conocer con este otro post todo sobre Cómo relajar a un gato.
Tener comprensión y paciencia
Entiende a las dos partes, es decir, tanto a tus perros como al gato: si los humanos necesitamos un periodo de adaptación en grandes cambios de vida, ellos también. Ten paciencia y no pierdas los nervios, ya que tu estado de ánimo les afectará al suyo. Recuerda, además, tratarlos siempre con refuerzos positivos.
Poner especial atención a las primeras semanas de convivencia
Otro consejo que te damos en unCOMO para que consigas meter un gato en una casa con perros, y que la convivencia sea buena, es analizar durante las primeras semanas de convivencia el comportamiento de los perros, el del gato y la relación entre ellos. Si surgen problemas importantes, es fundamental que actúes cuanto antes para cambiar esta dinámica. Si te ves incapaz de conseguir una buena convivencia, pide ayuda a un etólogo (profesional con estudios de conducta de los animales) para tomar medidas.
Para terminar, te recomendamos echar un vistazo a este otro post acerca de Cómo hacer que mi perro y mi gato se lleven bien y que veas este vídeo con más consejos sobre cómo presentar a un perro y un gato correctamente para que puedan convivir bien desde el primer encuentro.