El síndrome de la inmunodeficiencia adquirida en gatos o SIDA felino es una condición en la que un virus afecta al animal hasta comprometer su sistema inmunológico de forma grave. Si tienes un gato puede que ya sepas que la inmunodeficiencia felina es una de las enfermedades más comunes de los gatos y también más graves, aunque sí pueden tratarse los síntomas y lograr que el animal viva muchos años.
Ante el nombre de esta enfermedad es normal que muchas personas se alarmen y, sobre todo si tienen un felino positivo, se pregunten "¿el SIDA felino se contagia a humanos?", pero la respuesta es sencilla y clara: el SIDA felino NO se contagia a humanos, ya que se trata de virus distintos. Sigue leyendo este artículo de unCOMO para profundizar más en la respuesta de esta duda y responder muchas otras relacionada con esta enfermedad felina.
Inmunodeficiencia felina o SIDA felino, ¿es posible el contagio a humanos?
El VIF o virus de inmunodeficiencia felina es un lentivirus que solo afecta a los felinos. Sí es la misma enfermedad que podemos padecer los humanos, pero el SIDA felino está producido por un virus diferente, por lo que el SIDA en gatos no se contagia a humanos. Es decir, aunque se sufre SIDA y en ambos casos las defensas disminuyen de forma importante y el deterioro del organismo es el mismo, el agente causante es distinto y el de los gatos no afecta a las personas y el de los humanos no les afecta a ellos. Por lo tanto, ahora que sabes que la respuesta a la duda sobre si el SIDA felino se contagia a personas es negativa, no debe preocuparte para nada convivir con un gato con esta enfermedad.
Además, conviene saber que por su forma de transmisión suele afectar principalmente a gatos adultos sin esterilizar. Asimismo, aunque lo mejor es la prevención, en este caso todavía no existe una vacuna para el SIDA felino, por lo que lo mejor es procurar evitar el contacto de animales sanos con infectados. Conviene saber que convivir con un gato positivo en VIF no significa que vayamos a cuidar de un gato siempre enfermo y que vaya a vivir poco. Aunque la esperanza de vida es difícil de predecir, ya que depende de la respuesta del sistema inmunológico del animal y de su estado general, un gato que responda bien al tratamiento del sistema inmune puede tener una vida feliz y larga como cualquier otro.
Síntomas del SIDA en gatos
El VIF, como sucede con el VIH en personas, puede pasarse mucho tiempo, incluso años, en estado latente, es decir, puede que el animal no presente síntomas por un largo periodo de tiempo. Pero, cuando empieza a haber una descenso importante de linfocitos-T y el sistema inmune comienza a debilitarse es cuando los primeros signos aparecen. Así, entre los síntomas del SIDA felino, o del síndrome de la inmunodeficiencia adquirida en gatos, podemos encontrar los siguientes:
- Falta de apetito.
- Gingivitis.
- Estomatitis.
- Pérdida de peso.
- Conjuntivitis.
- Fiebre.
- Diarrea.
- Pérdida de memoria y deterioro mental.
- Falta de brillo en el pelo.
- Infecciones recurrentes.
- Problemas de fertilidad.
- Abortos.
- Aparición de otras enfermedades comunes y recaídas fáciles, como los resfriados.
Contagio del virus de la inmunodeficiencia felina
El VIF no se contagia a humanos, pero entre gatos se transmite muy fácilmente y acaba produciendo el síndrome conocido como SIDA felino al cabo de un tiempo tras el contagio.
Para que haya contagio de SIDA felino es necesario que se dé a través de un flujo y que la concentración del virus en este sea suficiente cantidad, ya que si hay poca concentración la transmisión no llega a producirse. Suele transmitirse por el contacto de un gato sano con sangre y saliva de un gato infectado con VIF.
La forma más común de que un felino entre en contacto con estos fluidos de otro felino es que haya mordeduras, así la vía principal son las mordeduras de un gato infectado de VIF. Este contagio puede suceder entonces cuando los gatos se pelean o durante la reproducción, por el hecho de que en el cortejo pueden llegar a pelearse y en la monta los machos suelen morder a las hembras en la nuca. No está comprobado que haya contagio a través de la poca saliva que puede quedar en los comederos y bebederos o por lamer a otro felino.
En cambio, sí se han dado muchos casos en los que las gatas transmiten el virus a sus cachorros durante el embarazo y en la lactancia.
Diagnóstico del SIDA felino
Si sospechas que tu compañero felino puede tener esta enfermedad es vital que acudas cuanto antes al veterinario para que le haga las pruebas necesarias y lo diagnostique. Asimismo, puede que en las revisiones periódicas el veterinario lo detecte.
El diagnóstico de la inmunodeficiencia felina se realiza a través de la observación de los síntomas que presenta el animal, la exploración física y varios tests específicos para detectar FIV o VIF. A veces, para estar seguros del todo es necesario hacer más de un test o enviar las pruebas al laboratorio, ya que en las clínicas no siempre es posible realizarlos bien.
Cómo tratar la inmunodeficiencia felina
El VIF en sí no tiene tratamiento, pero sí se tratan los síntomas y se fortalece el sistema inmune. Para tratar el SIDA en gatos los veterinarios suelen recetar de forma regular medicamentos antibióticos y antimicrobianos para evitar y controlar las infecciones, principalmente bacterianas, que suelen darse debido a la debilidad de las defensas del animal. De hecho, si una gato muere por SIDA en realidad es debido a las enfermedades secundarias que puede contraer por esta debilidad.
Para los gatos que presenten síntomas con inflamación, como la estomatitis o la gingivitis, el especialista recetará también medicamentos antiinflamatorios. También suele recetarse una dieta de aporte calórico elevado, ya que debido al deterioro que sufren tienen tendencia a adelgazar y el organismo necesita nutrientes en cantidad, y de calidad, para mejorar sus defensas y estado general.
Siguiendo las recomendaciones del veterinario, que suelen incluir la anteriormente comentado, los gatos positivos en SIDA felino suelen tener una vida normal y duradera, aunque todo depende de cada caso.