Si acaba de venir un gatito a tu familia, es probable que te estés haciendo una gran cantidad de preguntas: ¿qué le doy de comer?, ¿con qué puede jugar?, ¿lo tengo que bañar?, etcétera. Es normal que, en los primeros momentos, te sientas un poco perdido al no saber cómo se tiene que cuidar un gato. Pero en este artículo de unCOMO vamos a ayudarte a resolver una de las preguntas más habituales: ¿cuándo empezar a bañar a un gato? Lo cierto es que lo recomendable es que sea a partir de los 3 meses de edad pero, recuerda, que los gatos son animales muy limpios y aseados y, en su gran mayoría, no requieren de baños o lavados extra.
El primer baño del gato: lo que necesitas saber
La edad a la que se puede empezar a bañar a un gato es un tema un tanto polémico. Hay expertos que defienden que la edad ideal es a partir de los 2 meses, sin embargo, lo más extendido es que sea a partir de los 3 meses cuando se bañe a un gato por primera vez.
¿Por qué? Básicamente porque, antes de este tiempo, el animal todavía no tiene bien definida su temperatura corporal y, por tanto, podría coger frío. De todas formas, siempre es recomendable que cuidemos mucho su primer baño y que, si estamos en invierno, tengamos la calefacción abierta para que no pase frío en ningún momento.
Además, es a los 3 meses cuando se puede empezar a bañar a un gato porque es también en esta época cuando se le ha puesto la primera vacuna. De hecho, someterle a un baño sin que esté bien vacunado podría ser peligroso para la salud e, incluso, para la vida del animal. Así que ¡no te la juegues!
Consejos para el primer baño de un gato
Además de saber el mejor momento para empezar a bañar a un gato, también es importante que tengas en cuenta otros consejos que te ayudarán a que la experiencia sea perfecta para el animal. Aquí te damos algunas ideas que te ayudarán a llevar a cabo esta tarea:
- Usa un barreño pequeño: la primera vez es mucho más recomendable que bañes al gato en un barreño o una bañera para bebés. Pues, de esta forma, lo tendrás más controlado y evitarás que pueda resbalarse o asustarse.
- 2 cm de agua como máximo: los gatos son muy curiosos, y más aún cuando son cachorros. Por eso, es recomendable que no superes los 2 cm de agua para evitar que pueda asustarse o caerse.
- Agua templada (35ºC aprox.): evita bañar a tu gato con agua muy fría o muy caliente. Lo mejor es que sea agradable y que el entorno esté en buenas condiciones de temperatura para que, como ya hemos dicho, no coja frío.
- Relájalo: lo más común es que el animal esté tenso y nervioso al no saber exactamente qué está pasando. Pero, por este motivo, es recomendable que le hables con un tono suave y que lo acaricies para que pueda relajarse.
Cada cuánto bañar a los gatos
Ahora que ya tienes claro cuándo empezar a bañar a un gato, es importante que dejemos claro que no hará falta que lo bañes cada semana ¡ni por asomo! Los gatos son animales muy aseados y ellos mismos se encargarán de su limpieza diaria. Además, gracias a su lengua áspera podrán eliminar la suciedad acumulada y el exceso de pelo que se acumule.
Por tanto, el bañado del gato dependerá muchísimo del modo de vida que tenga ya que no se ensucia igual un gato doméstico que un gato que sale cada día afuera. De hecho, si el gato no sale al exterior, con 1 lavado al mes será más que suficiente para mantener a raya su higiene.
En cambio, si el gato sale al exterior, su frecuencia de lavado podrá verse aumentada. Deberás bañar a tu gato en las siguientes circunstancias:
- Piel sucia: si ves que tu gato tiene manchas en el pelo o la piel, entonces tendrás que lavarlo (barro, aceite, etcétera)
- Contacto con productos químicos: si crees que tu gato ha entrado en contacto con lejía o productos que puedan ser tóxicos para él, será imprescindible que lo bañes de inmediato para evitar que pueda dañarse
- Grasa en el pelo: al igual que nuestra cabellera, la de los gatos también puede ser grasa (sobre todo en las razas de pelo largo). Por tanto, si ves que su pelaje está grasiento o excesivamente enredado, ha llegado el momento de un baño
- Por recomendación del veterinario: también puede ser que el veterinario te recomiende que lo bañes para mejorar cualquier condición.
Cómo bañar a un gato en casa
Y terminamos este artículo dándote explicándote cómo puedes bañar a un gato en casa para que la experiencia sea positiva y relajada para los dos. Sobre todo, tienes que armarte con una gran cantidad de paciencia y mucho tacto ya que, lo más probable, es que el animal esté un poco estresado y a la defensiva.
Además, te recomendamos que en el barreño o bañera que uses para el lavado coloques una alfombrilla que conseguirá evitar que se pueda resbalar y, por tanto, asustarse aún más. Antes de empezar a bañar al gato necesitarás:
- Agua tibia (de unos 35ºC aprox.)
- Champú especial para gatos
- Toalla especial para secar su piel y pelaje
Bañar a un gato paso a paso
Una vez tengas todos los materiales listos, es el momento de comenzar con el baño. Para ello, deberás seguir estos sencillos pasos que te indicamos a continuación:
- Moja la parte más inferior de su cuerpo con tu mano o con una esponja que sea muy suave
- Poco a poco, asciende para que el gato no se asuste y se acostumbre al agua
- Aplica el jabón de forma suave, como si fueran caricias y deja que actúe 2 o 3 minutos para conseguir una limpieza mayor
- Después, aclara el jabón con agua tibia procurando que quede bien limpio de cualquier resto (piensa que el animal seguirá lavándose con su lengua a diario, por tanto, es mejor que no encuentre sustancias extrañas en su cuerpo)
- Sécalo con una toalla sin ser nada brusco. Hazlo con cuidado y con una voz suave y relajada para que el gato esté tranquilo
- Dale un cepillado final para que esté perfecto y totalmente aseado
En caso de que bañes al gato en invierno, puedes secarlo con secador manteniendo, siempre, una distancia de seguridad prudencial. Además, ten en cuenta que el ruido de este aparato podría asustarlo así que, si puedes, evita este método. El gato tiene que quedar bien seco para evitar que pueda resfriarse o ponerse enfermo.