Las enfermedades hepáticas, son uno de los problemas más frecuentes que se puede encontrar en gatos y siempre que se trate de este órgano habrá que preocuparse, ya que es el responsable de regenerar las energías que el organismo necesita para realizar sus funciones vitales, además de filtrar una gran cantidad de sustancias tanto nutritivas como tóxicas con la finalidad de metabolización o detoxificación; por eso es un órgano predispuesto a padecer enfermedades. Entre estas enfermedades se encuentra el hígado graso o lipidosis hepática y puede ser mortal si no es tratado a tiempo. Por eso, en este artículo de unCOMO, te informamos de los síntomas y tratamiento del hígado graso en gatos.
Qué es el hígado graso en gatos o lipidosis hepática
El hígado graso, también llamado lipidosis hepática, es una enfermedad hepática poco frecuente en gatos, aunque más común en los que son muy caseros, y resulta difícil de diagnosticar. Puede aparecer sin importar si el felino es hembra o macho y, aunque suele suceder en felinos mayores de cinco años, se puede dar en un gato de cualquier edad.
Este problema sucede cuando el gato deja de comer, o come muy poco, y empieza a perder peso. Cuando esto sucede, el cuerpo envía las grasas que consigue al hígado para que este las procese, pero a medida que el gato pierde peso, el hígado recibe más y más grasas hasta que le es imposible sintetizarlas todas lo que produce que el hígado se colapse debido a la acumulación de tantas grasas. Por culpa de este problema del hígado, que acaba produciendo insuficiencia en hepática, se podrá observar que el gato está bajo de energías y cada vez perderá más el apetito, por lo que deberás llevar a tu mascota al veterinario si ves que está apático y no come. Es muy importante que no sometas a tu gato a una dieta estricta, puedes darle una comida de buena calidad que sea baja en grasas pero contenga todos los nutrientes necesarios.
Cusas del hígado graso en gatos
Es muy importante controlar el peso de tu gato así como suministrarle una dieta equilibrada. Si el gato está obeso y por alguna razón, ya sea porque la comida no le gusta o la ha aborrecido, porque algo de su entorno lo estresa o por cualquier otro factor pierde el apetito y empieza a perder peso, va a aparecer una anorexia y, como consecuencia, se da un fallo hepático, que puede conllevar al hígado graso.
Existen otras causas del hígado graso en gatos, como algunas enfermedades que producen hígado graso en gatos de forma secundaria, debido a que primero se da una pérdida de apetito prolongada:
- Gastroenteritis de larga duración
- Pancreatitis
- Diabetes
Además, si tu gato posee cualquier problema que le impida comer como un golpe en la mandíbula o una infección y cuando intenta llevarse comida a la boca se le hace doloroso se negará a comer y a la larga, si no se trata este problema de base, se puede producir una lipidosis hepática en el gato.
Cualquier trastorno alimenticio va a producir que tu gato deje de comer, por eso en importante tener unos horarios fijos de cuando vas a alimentar al felino y que siempre sean los mismos.
Síntomas del hígado graso en gatos
Normalmente, la lipidosis hepática se da en gatos obesos que empiezan a perder peso por ciertos factores y aunque se puede dar en gatos no obesos también, es muy poco frecuente.
Los síntomas del hígado graso o lipidosis hepática en gatos son:
- Anorexia a causa de una pérdida de apetito.
- Diarrea u otros tipos de cambio en la defecación.
- Ictericia (color amarillento en la piel, la parte blanca de los ojos o las encías) a causa de un aumento de bilirrubina que se produce cuando el hígado está fallando o vómitos junto a una deshidratación.
Todos estos síntomas producen además que el gato esté falto de energías. Si observas estos signos en tu felino, debes acudir rápidamente a un veterinario para que pueda realizar las pruebas necesarias, así como una palpación y una radiografía, donde comprobará el tamaño del hígado que tiende a aumentar cuando se padece esta enfermedad para así aplicar el mejor tratamiento cuanto antes ya que la vida del gato podría estar en peligro.
Tratamiento del hígado graso en gatos
Los gatos que tienen hígado graso suelen presentar deshidratación, por lo que necesitaran fluidoterapia y, para esto, se quedarán hospitalizados unos pocos días para que el veterinario le administre fluidos junto a la medicación adecuada y una alimentación líquida suministrada con una jeringa para que, de esta forma, el gato recupere las fuerzas y vuelva a comer por su cuenta.
La mayoría de gatos se niegan a comer aún después de esto, por lo que el veterinario se encargará de poner una sonda gástrica por la nariz o por el cuello, esta última irá directamente al estómago. Puede que deba llevar la sonda días o incluso meses, así que si no deseas que se quede hospitalizado hasta su recuperación final, tu veterinario te dará las instrucciones necesarias para que lo hagas en tu en casa.
Se debe mantener el tratamiento hasta que el veterinario indique y, además, hacer un seguimiento con este hasta que el gato deje de tener grasa acumulada en el hígado.