Uno de los momentos más delicados y complicados de la vida de tu gatita puede ser el momento de su embarazo, lo que a muchas personas les preocupa porque los abortos espontáneos son más comunes de lo que se suele imaginar y, aunque no hay que obsesionarse demasiado, es importante observar signos de que algo pueda ir mal para poder acudir al veterinario. En ocasiones puede que una gatita no llegue a dar a luz a una camada porque pierde los fetos bastante tiempo antes de que se cumpla la gestación o binen, puede que salgan muertos cuando llega la fecha del nacimiento. Esto puede afectar físicamente y emocionalmente a tu gata, por eso es muy importante conocer los signos claves y saber qué hacer ante esta situación.
Por esta razón, desde unCOMO queremos ayudarte a reconocer los síntomas del aborto en gatas y, por esto, hemos preparado este artículo en el que esperamos responder a tu duda sobre "¿cómo saber si mi gata abortó?".
Causas del aborto en gatas
Cuando tu gata está embarazada hay posibles riesgos, como sucede con cualquier otro animal mamífero, por lo cuales puede haber complicaciones e incluso producirse un aborto, pudiendo perder la camada antes de cumplir la fecha de gestación o que esta llegue y nazcan muertos. A continuación, vamos a explicar las principales causas del aborto en las gatas:
- Parásitos e infecciones bacterianas: es una causa frecuente, especialmente en gatas callejeras, que sufran un aborto por la presencia de estos indeseados gusanos. Esto tiene efecto sobre los fetos y sobre la placenta, además de sobre la madre. Si no es detectado a tiempo podría dañar gravemente a tu gatita. Una infección bacteriana muy frecuente en gatos es la toxoplasmosis. Para evitar este problema es imprescindible desparasitar a tu gata cada tres meses. Si acudes a un veterinario será él quien te de las pautas de desparasitación.
- Deformaciones cromosómicas: esta es una de las causas más frecuentes y son alteraciones que se producen en el momento de la división celular, al poco tiempo de la fecundación.
- Una mala alimentación: si tu gatita está muy flaca o tiene un peso excesivo podría abortar también, ya que si no llevan una dieta adecuada para ellos, no poseerán los nutrientes, minerales y vitaminas necesarios para mantener al feto durante el embarazo.
- Una inducción de ovulación: algunas gatas son sometidas a una ovulación inducida, esto no es recomendable porque la mayoría abortan ya que sus condiciones no son óptimas para que el embrión se desarrolle correctamente
- Causas no infecciosas del aborto en gatas: como errores genéticos, implantaciones erróneas, tratamientos previos como algún medicamento, etc. El veterinario al que acudas será el encargado de examinar a tu mascota y determinar la causa definitiva.
Síntomas de aborto en una gata
Son muchos los que se preocupan cuando su gatita está embarazada, y tampoco es necesario estar persiguiendo a tu gata por todos los sitios para ver si todo va bien, ya que la mayoría de veces no se presenta ningún síntoma evidente y ocurre un aborto, sino que se notan diversos signos de alerta. Lo más habitual es que suceda sobre las 4 semanas de la gestación y puede darse en algunas ocasiones, que el día del parto algunos gatitos nazcan muertos y otros sigan adelante sin ningún problema. A continuación, os enseñamos cómo detectar los síntomas de que tu gata abortó.
- Debilidad.
- Apatía.
- Desinterés por el nido en caso de llegar a la etapa final del embarazo.
- Aislamiento.
- Empeoramiento del estado general.
- Cambios en el flujo vaginal: sangrado, mucosidad y líquido negro o verde oscuro.
- Fiebre.
- Diarreas.
- Pérdida de apetito.
- Si el embarazo estaba avanzado, al abortar la gata expulsará a los cachorros fallecidos y no solo líquido oscuro y/o sangre.
Por supuesto, la confirmación de que se haya producido un aborto solo puede dártela el veterinario.
Ahora que ya sabes la respuesta a tu duda sobre cómo saber si mi gata abortó, también puede interesarte conocer Por qué mi gata embarazada sangra si ya has observado este síntoma en ella.
Qué hacer si mi gata abortó
Si definitivamente ya has conseguido saber que tu gata abortó, es imprescindible acudir a un veterinario para que no se produzca un mal mayor. Si los bebés no han llegado a nacer se realizará una cirugía para extraer a los no natos fallecidos, y si han nacido pero sin vida igualmente habrá que examinar el estado general de la gatita, ya que le puede afectar física y psicológicamente.
El veterinario después de examinar a tu gata te recetará antibióticos si lo cree conveniente para prevenir el desarrollo de una infección. Si tu gata siente dolor también le dará antiinflamatorios y/o analgésicos. Sigue todas las instrucciones que te describa el veterinario sobre cómo administrar el medicamento en caso de que lo necesite y cómo cuidar a tu mascota para que se recupere del aborto lo mejor posible.
Cuándo llevar al veterinario a una gata
Siempre se recomienda acudir al veterinario desde el principio para llevar un control total del embarazo y asegurarse de que todo está bien. Es importante anotar la fecha del día que se ha producido la cópula, si no lo habéis visto no os preocupéis siempre van a aparecer signos de que tu gata está embarazada y a partir de ellos se puede calcular la fecha.
A los 20-28 días podréis realizar el diagnóstico de la gestación por ecografía, así como hacerle un análisis hematológico para asegurarse de que todo está bien. A los 45 días ya podréis hacer una radiografía u otra ecografía para averiguar cuántos cachorros va a dar a luz si todo va en perfectas condiciones. En este período, es muy importante administrarle líquidos. Si por alguna circunstancia no queréis llevar a vuestro felino al veterinario, ya sea porque es arisco y cuesta llevarlo o por motivos económicos, puedes evitar dicho seguimiento, pero si observas algún síntoma alarmante de que algo pudiera perjudicar el embarazo de tu gata y a su salud debes acudir rápidamente a un veterinario si quieres evitar que el aborto suceda.
Aparte, si sospechas que tu gata ha abortado debes llevarla cuanto antes al veterinario, como hemos comentado en los apartados anteriores. Por supuesto, también hay que llevarla de forma periódica para las revisiones habituales, así como para la desparasitación y la vacunación.