¿Estás pensando en esterilizar a tu gato? Debes saber que es una práctica de lo más común que se realiza a los gatos domésticos para mejorar su calidad de vida y evitar que sufra celos demasiado intensos. Hay muchas personas que están en contra de esta práctica al considerar que se trata de una operación antinatural que priva al animal de su instinto más básico y primario como es el de procrear pero, lo cierto, es que hay algunas ventajas para el gato que es importante que conozcas. En este artículo de unComo vamos a descubrirte los beneficios de esterilizar a un gato para que puedas valorar si quieres operar a tu mejor amigo.
Beneficios de esterilizar a un gato para su salud
Esterilizar a un gato tiene varias ventajas tanto para el animal como para la persona que convive con él y es que, en primer lugar, evita que las gatas se queden embarazadas sin que esto fuera buscado y, por tanto, se reduce el riesgo de aumentar la población de gatos callejeros.
Pero, además de esto tan obvio, hay otras ventajas que vale la pena que conozcas porque ayudan a que el animal tenga una vida más saludable.
Ventajas para las gatas
Cuando esterilizamos a una gata reducimos el riesgo a sufrir enfermedades relacionadas con su sistema reproductor: cáncer, ovarios poliquísticos, metritis o piometra. También se minimiza la posibilidad de que la gatita padezca cáncer de mama o sufra embarazos psicológicos.
Ventajas para los gatos
En el caso de los machos, al esterilizarlos reducimos el riesgo a que sufran afecciones relacionadas, también, con su sistema reproductor, sobre todo, en la zona de los testículos. En este caso evitamos que sufran cáncer, que padezcan prostatitis, hernias perianales, adenomas o hiperplastia prostática.
Beneficios en su comportamiento
Además de mejorar algunos aspectos de su salud, otro de los beneficios de esterilizar a un gato lo encontramos en que cambia su comportamiento y el animal tiende a estar más manso y tranquilo, motivo por el cual hay comida específica para gatos castrados que debes dar a tu animal si finalmente decides operarle. En este artículo te contamos cómo alimentar a un gato castrado para que tengas en cuenta las nuevas necesidades nutritivas de tu amigo.
Con la esterilización se reduce la producción de hormonas sexuales como la testosterona, la pogesterona o el estrógeno; esto no significa que dejen de producirlas sino que su producción se aminora y, por tanto, el comportamiento del animal se verá modificado de forma inmediata.
En el caso de los machos, muchas veces tienden a orinar fuera de la caja para marcar territorio y demostrar que ese es su lugar, un comportamiento que, en parte, viene inducido por las hormonas sexuales; cuando se castra, esto suele dejar de ocurrir y el animal hará sus necesidades en el espacio que hayas habilitado para esto. En este sentido también se reducirá su agresividad o su comportamiento territorial.
En el caso de las gatas, al esterilizarlas podemos ver cómo se relajan, no tienen interés alguno en los macho y, además, suelen estar más cariñosas con las personas. Además, los periodos de celo se reducirán, por tanto, dejarán de pasarlo mal (hay gatas que tienen el celo cada 2 semanas y se adelgazan mucho al no comer y estar en un tremendo estado de estrés).
Cuándo esterilizar a un gato
Si te has decidido en esterilizar a tu gato, antes debes saber que se recomienda hacerlo en un momento determinado. En unComo te recomendamos que consultes con el veterinario de confianza para que te indique cuál es el mejor momento para hacer esta operación pues hay mucha controversia respecto al tema y nadie mejor como él para que te asesore y te dé su recomendación.
Pero, por lo general, se recomienda que las hembras se esterilicen cuando hayan pasado su primer celo. Antes solía hacerse a partir de los 8 meses pero esta medida del tiempo puede no ser precisa porque en este tiempo la gata puede quedarse embarazada ya que el primer celo suele tenerse a los 6 meses, aproximadamente.
Así pues, hay algunos expertos que consideran que deberemos esperar al primer celo de la gata para hacerle la operación y, en el caso de los machos, que se realice entre las 8 y 16 semanas de vida para evitar comportamientos agresivos o territoriales. De hecho, se recomienda que se lleve a cabo en cuanto se detecte alguno de estos comportamientos.
En este artículo de unComo te contamos cuál es la edad para esterilizar a un gato.