Uno de los instintos naturales que menos podemos controlar es el de la reproducción y, por ello, algunas de nuestras mascotas pueden sufrir embarazos psicológicos al no ver satisfecha esa necesidad vital de tener crías. Tanto perras como gatas pueden desarrollar este tipo de gestación que es de índole mental pero que puede ocasionar transformaciones reales en el cuerpo del animal.
Esta situación suele darse en las hembras que no están esterilizadas y, normalmente, ocurren después de las 3 a 6 semanas de haber pasado el celo pues es en este momento cuando se produce la hormona que las prepara para el embarazo: la progesterona. En este artículo de unComo vamos a descubrirte los síntomas del embarazo psicológico en gatas para que aprendas a detectar si tu mascota está pasando por esta situación.
Pasos a seguir: 1Las razones por las que una gata puede tener un embarazo psicológico son de carácter hormonal. Tal y como ya hemos dicho en la introducción, todos los animales tienen muy desarrollado el instinto reproductivo y, de hecho, incluso generan una hormona (la progesterona) que se encarga de preparar el cuerpo del animal para recibir sus crías. La liberación de dicha hormona se da a las semanas después del celo, periodo en el que la gata está receptiva para encontrarse con el macho; pero, si durante este tiempo el animal no ha sido fecundado, entonces es cuando puede darse este tipo de embarazo ya que la hormona puede actuar por ella misma preparando el cuerpo para alojar a unas crías que, en realidad, no existen.
Es por este motivo por el que, de forma genérica, los embarazos psicológicos suelen darse en hembras jóvenes que no han sido esterilizadas y que, por tanto, su naturaleza está preparada para tener crías.
En unComo te contamos cómo saber si tu perra tiene un embarazo psicológico.
2Comenzamos a hablar ya de los síntomas del embarazo psicológico en gatas. Debes saber que, dependiendo de cada animal, puede ser que algunos los experimente y que otros no los padezca, además, la intensidad de los mismos también dependerá de cada animal en cuestión, cada cual vive el embarazo psicológico de un modo diferente.
A continuación vamos a listarte los síntomas más comunes que suelen experimentar las gatas con esta situación:
Leche en las mamas
La progesterona prepara su cuerpo para la reproducción y, por tanto, es posible que le suba leche a las mamas. Esto lo podrás comprobar si detectas que las tiene más hinchadas o, incluso, que les salga un poco de leche. En este caso será imprescindible que acudas a un veterinario pues puede resultar peligroso para tu gata.
Más apetito
También es habitual que la gata te pida comer más veces al día o verás que se termina su ración mucho más rápido. Esto también tiene que ver con la predisposición de su cuerpo a albergar a sus crías ya que la madre toma más nutrientes para permitir que nazcan fuertes y sanas.
Hinchazón del abdomen
Otro de los síntomas del embarazo psicológico en gatas puede ser que el animal tenga la barriga más abultada como si, en realidad, sus crías se estuvieran desarrollando. Es un efecto que también se relaciona con la misma hormona que cambia el cuerpo para poder acoger la nueva vida. Esto conlleva que, tu mascota, pueda llegar a aumentar de peso.
Aparición de flujo
Algunas gatas pueden llegar a segregar flujos vaginales puesto que su órgano reproductor se prepara para el parto. En el caso de que detectes este cambio, también es recomendable que visites al médico para que trate al animal.
Se esconde más a menudo
Este es también un comportamiento habitual de las gatas que sí que están embarazadas realmente y lo hacen para poder buscar el nido que usarán para el parto y para cuidar a las crías los primeros días. Reservarse en un lugar seguro y alejado de cualquier peligro es algo innato que tienen estos animales y que pueden reproducir también cuando el embarazo es de índole psicológico.
Usa objetos como si fueran crías
El instinto maternal de las gatas que viven esta situación puede llegar a ser tan extremo que, finalmente, terminen cogiendo algún objeto de tu casa y tratarlo como si fuera su cría. Notarás que no se separa de él, que lo acicala, lo mima e intenta darle de mamar.
3¿Qué hacer si tu gata tiene un embarazo psicológico? Es importante que en cuanto detectes algunos de los signos que acabamos de mencionarte, acudas al veterinario para que este profesional te ayude a cuidar mejor de tu mascota. Además, esta situación puede generarle algunos problemas, sobre todo, si la gata produce leche y es que, como no tendrá crías que beban la leche materna, puede endurecerse y quedarse en las mamas produciendo problemas serios como la mastitis.
Para poder prevenir esta situación, lo mejor que puedes hacer es recurrir a la esterilización. Con esta operación se reduce este instinto natural del animal mejorando, así, su calidad de vida dentro del hogar. Aunque, cabe apuntar que es posible que una gata esterilizada pueda tener este tipo de embarazo, aunque no es nada habitual; esto se dará en el caso en el que la hembra haya sido esterilizada al poco tiempo de haber pasado el celo pues, como ya hemos dicho, la progesterona se libera a las semanas de este periodo y, por tanto, puede seguir su curso.
En este otro artículo te descubrimos los beneficios de esterilizar a un gato.