Los gatos son unos animales famosos por sus actitudes extrañas y comportamientos excéntricos. Esto, que a veces supone una fuente de risas y entretenimiento para los dueños, en según qué ocasiones se convierte en preocupación, cuando tienen actitudes que pueden resultar desfavorables para su salud.
Muchos dueños se preguntan: ¿Por qué mi gato no bebe agua? En UnComo te daremos todas las respuestas, te explicaremos algunas de las posibles soluciones y las complicaciones de que tu gato siga con esa actitud.
Causas de que tu gato no beba agua
Cualquiera que haya tenido un gato se habrá dado cuenta de que estos animales son un muy exigentes no todo lo que se refiere a la comida e higiene. El tema del agua no es diferente, por lo que si te preguntas por qué mi gato no bebe agua deberías tener en cuenta si su bebedor cumple -o no cumple- alguno de los siguientes parámetros, muy importantes para según qué gatos:
- En un recipiente de plástico: el agua que se vierte en un recipiente de plástico puede adquirir un sabor que para algunos gatos puede resultar desagradable y que les lleva a tomar la decisión de no beber agua. Si usas un recipiente de plástico te recomendamos cambiarlo por uno de acero inoxidable o incluso de cristal, dos materiales que no suelen provocar desconfianza en el gato.
- No cambiar el agua: si algo caracteriza a los gatos es que son intrépidos y que son desconfiados. Esta carácter les lleva constantemente a buscar agua fresca y limpia, por eso es necesario cambiar frecuentemente cambiar el agua del cuenco y ponerle agua nueva y fresca. Hay dos acciones que puede hacer tu gato que pueden ayudarte a saber si este es el motivo por el que no bebe agua. Uno es tu gato tira el agua del bebedero, movimiento con el cual te está indicando que ese agua no es de su agrado, el otro es si lo ves intentando beber de las gotas que caen del bidé o del grifo, que indica que realmente sí que tiene sed pero no del agua de su bebedero.
- Ubicar incorrectamente el bebedero: Mucha gente se pregunta por qué mi gato no quiere beber agua del cuenco y, después de probar infinidad de posibilidades, se da cuenta de que lo que fallaba era la propia ubicación del cuenco. Los bebederos para gatos nunca deben estar ni al lado de electrodomésticos como la lavadora, que produce ruidos molestos para gatos, ni en sitios de paso que no les de la seguridad necesaria, ni al alcance de otras mascotas de la casa, como perros, que puedan beber de su cuenco y ensuciarlo.
Qué hacer si mi gato no bebe agua
Por norma general, los gatos deben beber entre 50 y 100 Ml/Kg de peso al día. No obstante, dependiendo de otros factores como el calor o la cantidad de comida húmeda que ingiera puede aumentar o rebajar esa cantidad.
No obstante, si has observado que tu gato bebe más de la cuenta o, por el contrario, apenas toca el agua, es necesario que consultes con tu veterinario de confianza para que pueda observarlo y descartar alguna posible enfermedad que lo condicione. Por otra parte, te explicamos algunas recomendaciones que puedes seguir para conseguir que tu gato beba agua:
- Motiva al gato, juega con él con agua fresca y limpia, como la del grifo, para que así pueda beber agua.
- Además del pienso es recomendable que le des comida húmeda para que, si no bebe, al menos se hidrate a través de la comida.
- Reparte distintos bebederos por toda la casa, en alguno de ellos se sentirá cómodo para satisfacer su sed.
- El agua debe cambiarse como mínimo una vez al día, aunque es mejor si puedes hacerlo con más frecuencia.
- La instalación de fuentes para gatos son una herramienta muy útil para esos gatos que no quieren beber agua, surten de agua fresca y limpia durante todo el día y pueden jugar con ella.
Sea como sea, te recomendamos acudir cuanto antes al veterinario para esclarecer si hay alguna enfermedad o problema físico detrás de que tu gato no quiera beber agua.
Complicaciones de que mi gato no beba agua
Los gatos que no beben suficiente agua aumentan el riesgo de sufrir la enfermedad del tracto urinario inferior felina, o FLUTD por sus siglas en inglés. Este acrónimo se usa para denominar a distintas enfermedades que afectan al tracto urinario de los gatos que son muy frecuentes entre los felinos.
Una de las principales causas de la FLUTD es la deshidratación, por eso mismo es necesario buscar una solución cuanto antes y seguir los consejos que te hemos recomendado.