¿Tu gata acaba de experimentar el primer celo? Es probable que hayas notado cambios en la conducta del felino y es que las gatas en celo son muy fáciles de detectar por los sonidos que emiten, por la posición de su cuerpo, sus movimientos, etcétera. Normalmente, el celo de una gata puede durar de 3 a 7 días, de media y, dependiendo de la época del año en el que nos encontremos, es probable que tenga dos celos durante un mismo mes, una situación en la que la gata puede llegar a sufrir si no es fecundada por un macho, por este motivo, muchas personas optan por la esterilización.
En este artículo de unComo vamos a descubrirte cuánto dura el celo de una gata y, también, te daremos más datos interesantes sobre este periodo como los síntomas más evidentes, el primer celo y el celo en los gatos machos.
El primer celo en las gatas
Antes de saber cuánto dura el celo en las gatas vamos a hablar sobre la primera vez que padecen esta condición. Ten en cuenta que, normalmente, las gatas suelen entrar en celo cuando llegan a la pubertad y esto es alrededor de los 6 o 9 meses; las razas de pelo corto suelen ser más precoces que las del pelo largo ya que estas últimas pueden llegar a tardar hasta más de un año en tener el primer celo.
Es imposible saber a ciencia cierta cuándo le vendrá el primer celo a tu gata pues, como ya hemos dicho, en este efecto natural intervienen factores como la raza pero, también, otras condiciones externas como puede ser la luminosidad del ambiente. En este sentido, debes saber que el celo suele aparecer cuando una gata está expuesta, al menos, 12 horas al sol, por tanto, es mucho más frecuente que se den de forma seguida durante la estación cálida que en invierno.
Otro de los factores que pueden propiciar que una gata tenga su primer celo es si convive o se relaciona con otras gatas pues, ten en cuenta, que cuando una de ellas entra en celo producen feromonas que pueden llegar a provocar le celo en otros miembros de la colonia.
En este otro artículo de unComo te contamos cómo es el celo en los gatos para que comprendas este y otros efectos.
La duración media del celo en las gatas
Entremos ya en materia y vamos a responder a tu pregunta: ?Cuánto dura el celo de una gata? Para responderte, lo primero que tienes que saber es que estos animales se consideran "poliéstricos estacionales", es decir, que pueden tener más de un celo durante el periodo de reproducción.
Esta es una de las grandes diferencias que hay en relación al celo de las perras ya que suelen tener este periodo una vez cada 6 meses, aproximadamente; en cambio, las gatas pueden tener celos de forma ininterrumpida durante la estación cálida (primavera y verano).
La duración del celo de una gata suele ser de 7 días y, en los periodos de reproducción, puede volver a experimentar el celo al cabo de los 10 o 15 días de haber dejado el anterior. Así pues, una gata puede llegar a tener más de 15 celos durante la época reproductiva ya que esta puede alargarse unos 6 o 7 meses.
En este otro artículo tratamos de forma más amplia sobre cada cuánto los gatos están en celo.
¿Cómo saber si una gata está en celo?
"Pero ¿cómo sé si mi gata está en celo?", puede que te estés preguntando. Bien, la respuesta es muy sencilla: ¡lo notarás! La actitud de las gatas cambia considerablemente y toda ella se prepara para la concepción, por este motivo, comenzará a maullar de forma constante, a colocar su cuerpo para permitir la penetración, etcétera.
Para ser más detallados, a continuación vamos a descubrirte los síntomas de que una gata está en celo:
- Más mimosas: cuando una gata está en celo está mucho más receptiva a los cariños y los mimos que puedas procesarle. El motivo es que buscan el roce constante, el frote para satisfacer sus necesidades naturales.
- Intensos maullidos: otro de los signos más evidentes de que una gata está en celo es que, de repente, comenzarás a oír intensos maullidos que, incluso, pueden llegar a confundirse con el llanto de un bebé. Su llamada es intensa y lo que en realidad está haciendo es atraer la atención del macho para que la fecunde.
- Orina fuera del arenero: aunque tu gata sea de lo más pulcra, durante la época del celo es común que orine fuera del arenero para, así, repartir mejor sus feromonas por toda la casa y que el macho pueda venir a por ella.
- Apenas come: es otro de los signos más habituales del celo felino y es que las gatas estarán totalmente predispuestas a ser fecundadas y, por tanto, durante este periodo es habitual que apenas coman y que estén llamando de forma insistente al gato.
- Posición de monta: también es común que la gata se coloque sobre el suelo levantando la zona de sus genitales para, así, permitir una mejor monta. Suelen bajar la cabeza, levantar el lomo y tener completamente erguido el trasero pues, ahí, es donde tienen también la cavidad vaginal.
El celo en los gatos
En el caso de los gatos debes saber que el celo es distinto pues, a diferencia de las hembras, ellos no entran en celo en ciertos momentos del año sino que, en el momento en el que llegan a su madurez sexual, reaccionan al celo de las gatas. Es decir, cuando huelen las feromonas felinas o cuando oyen el maullido de las gatas en celo, entonces ellos también entran en celo y van en su búsqueda.
Es por este motivo por el que puede ser peligroso vivir con un gato y dejarle las puertas o ventanas abiertas pues lo más probable es que si detecta el celo de una gata se escape para ir en su búsqueda. También puede entrar en peleas violentas si se disputa la fecundación con otro macho.