¿Tu gato tiene sarna? Es una afección cutánea que ocurre porque un ácaro se instaura en la piel del animal y le produce picores, sarpullidos e, incluso, se le puede llegar a pelar la piel. Es importante aprender a detectar si tu gato tiene sarna y, si es el caso, darle unos cuidados específicos que puedan ayudarle a aliviar los síntomas y a que la curación sea más rápida. En este artículo de unComo te contamos cómo cuidar a un gato con sarna para que le des las atenciones que necesita.
Pasos a seguir: 1La sarna es una enfermedad que aparece en la piel y en el oído externo y que se produce por culpa del contagio de un ácaro. Tanto los animales como las personas podemos padecer de sarna pero, en el caso de los gatos, es interesante que conozcas los tipos de sarna que pueden tener:
- Sarna en el oído: se instaura en la parte exterior de las orejas y podrás notarlo cuando el animal no deje de rascarse la zona con insistencia. Le aparecerán rojeces y se le puede incluso pelar la zona.
- Sarna escamosa: los gatos suelen padecer este tipo de afección en la cabeza y en el lomo y muchas veces puede llegar a confundirse con la caspa. La diferencia es que el animal se rascará de un modo más insistente.
Puedes saber si tu gato tiene sarna porque esta enfermedad cutánea provoca una serie de signos en la piel que son muy reveladores. Aunque sí que es cierto que, dependiendo del tipo de ácaro con el que se contagie tu mascota, los síntomas pueden ser unos u otros pero los más comunes son los siguientes:
- Caída del pelo: cuando el ácaro afecta a la piel del gato, la salud del pelaje se debilita y por eso es habitual que la pérdida de pelo sea más abundante de lo habitual.
- Rojeces en la piel: también produce la aparición de un sarpullido en la piel y que, además, al rascarse se intensifica todavía más.
- Picores y lametones: uno de los signos más claros de que tu gato tiene sarna es que se rasca constantemente de forma brusca.
- Inflamación: los ácaros también pueden producir que la zona infectada se inflame y aparezca más abultada y caliente que el resto del cuerpo.
- Costras: debido al intenso rascado, es probable que al gato le aparezcan costras y heridas en la piel que pueden llegar a sangrar un poco.
La sarna es una enfermedad que se transmite por contacto con otros animales. Estos parásitos viven en la piel de los animales y no pueden sobrevivir más de 2 semanas si no están viviendo allí. Por este motivo, suelen ir moviéndose de un animal a otro para sobrevivir. Así que si tu gato tiene sarna es porque algún otro animal que ha estado cerca de él la tenía.
3Si quieres cuidar a un gato con sarna lo más recomendable es que vayas a tu veterinario habitual para que te indique qué tratamiento seguir ya que suelen ofrecer tanto métodos curativos como preventivos que mantendrán a tu animal bien protegido. Los tratamientos médicos más habituales para este tipo de enfermedad son las pipetas, es decir, poner en la zona del lomo del gato una solución química que cura y, además, previene esta infección en los animales.
Si tu mascota está en un estado grave, lo más habitual es que lo traten con vacunas antiparasitarias que conseguirán matar la sarna además de crear una fuerte protección. Pero si crees que no es necesario vacunar al animal, puedes optar por otras opciones como son los champús en seco que tengan propiedades antibacterianas y que al rociar la piel del gato con ellos consigues reducir la presencia de estos ácaros. La eficacia de esta segunda solución es menor y más progresiva pero es menos agresiva para el animal.
4Si prefieres probar con otros tratamientos más naturales, a continuación en unComo te proponemos algunos remedios caseros para la sarna en gatos que conseguirán reducir los síntomas. Sin embargo, debes saber que lo más adecuado es que lo lleves a un veterinario y que las siguientes soluciones las practiques de forma complementaria al tratamiento médico.
- Aceite de oliva: es una de las maneras más efectivas de aliviar los picores y conseguir que el gato se sienta mejor. Para ello tendrás que aplicar unas gotas de este aceite en las zonas que estén más afectadas y, así, conseguirás hidratar la piel a la vez que debilitarás los nidos que hayan podido poner los ácaros.
- Plantas medicinales: las más efectivas para desparasitar al animal son el Neem o el Niaoli ya que contienen propiedades regenerativas, antisépticas y antibacterianas. La manera de usar estas plantas es mezclarlas con aceite de oliva y ponerlas en las zonas afectas del gato. Sobre todo evita usar plantas tóxicas para gatos pues lo más seguro es que se lama para curarse y podría intoxicarse.