Una de las cosas que más nos sorprenden de los gatos es su atracción por las alturas, ya que estos felinos suelen pasar grandes cantidades de tiempo en sitios altos. Aunque no existe una causa concreta que determine esta particular afición, son varios los motivos que nos indican la predisposición de estos animales por las alturas. Por eso, desde unComo.com te damos algunas razones de por qué a los gatos les gustan las alturas. Seguro que alguna de las causas te sorprenderá.
Dominio
La altura ejerce una función metafórica en el comportamiento de los animales. En concreto, para los gatos suele asociarse con un signo de dominación, por lo que si en tu casa tienes varios gatos seguramente te hayas dado cuenta de que el más dominante suele ubicarse en espacios altos, ya que esta situación lo dota de importancia.
Observación
El gato es el animal observador por naturaleza, por lo que su situación no te debe extrañar, ya que le facilita el control de su territorio. De la misma manera, ubicarse en un lugar alto –como una silla, una mesa, la ventana o la terraza- le facilita ver las actividades que están llevando las personas con las que vive o los que pasan por la calle.
También, para los gatos callejeros, situarse en un lugar alto significa que este se encuentra en un lugar muy adecuado para camuflarse y, así, poder fomentar sus habilidades cazadoras.
Calidez
Los gatos son animales muy sensibles, por lo que en invierno y lugares en los que las temperaturas bajas son prolongadas no será extraño ver a tu felino sentado sobre los radiadores.
Su proximidad al calor también se asocia a través de la altura, por lo que en estos lugares ubicados a alto nivel percibe mejor el calor de la calefacción
Ansiedad
La sensibilidad de los gatos está muy relacionada con su susceptibilidad hacia otros animales. Por ello, no debes extrañarte de que tu gato elija ubicarse en un lugar alto porque, muchas veces, ello es resultado de su intención de apartarse de la causa que le genera tal ansiedad. Esta puede ser única o múltiple, desde un perro hasta el ruido y bullicio que pueda haber en la casa en la que vive.