¿Tienes gato y estás hasta la coronilla de que te arañe los muebles? Lo primero, debes ser consciente de que vives con un felino y que en su ADN está el afilarse las uñas. La solución a todos tus males es que tu minino se emplee a fondo con el utensilio más adecuado para ello, así que en unComo.com te mostramos cómo enseñar a tu gato a usar el rascador. A partir de ahora tus muebles lucirán perfectos y tu gatito tendrá unas uñas de escándalo.
Pasos a seguir: 1Para muchos amantes de los gatos las uñas de su mascota resultan un auténtico tormento. Sofás, muebles, sillas, alfombras... todo acaba hecho jirones, con las marcas de arañazos de nuestros amigos felinos. Sin embargo, con unos pequeños truquitos podréis acabar con el sufrimiento de vuestros muebles y, de paso, dar una alegría a vuestro compañero animal.
2Al margen de la necesidad como felinos de afilar sus uñas, el gato necesita arañar por otras razones, entre ellas el poder agarrarse a un lugar sólido y estirar sus músculos y el marcar el territorio y los objetos con su propio olor. Evidentemente, son costumbres ancestrales e innatas en el archivo más primitivo de la identidad de nuestro gato y debemos canalizar esta tarea sobre el objeto adecuado: el rascador.
3Muchos gatos utilizan el rascador de manera natural e instintiva, sin necesidad de que se le preste más atención. En cuanto lo descubren parecen saber perfectamente para qué sirve y afilarán sus uñas en el aparato sin más. Para otros, sin embargo, necesitaremos emplear un poquito de esfuerzo y tiempo, hasta que se habitúen a usarlo.
4Muy importante, si el rascador tiene alguna bolita o un objeto colgando será más fácil captar la atención de tu mascota, porque entrará a ella a través del juego, ya sabes cómo son los gatos les encanta jugar. Si no es así, fuerza tú mismo el juego con el objeto, para que el animal se familiarice con el artilugio.
5En cuanto el gato toque el rascador por primera vez, lo más seguro es que ya lo utilice sin ningún problema. Por eso tampoco está de más que acerques al gato al rascador y dirijas sus patitas hacia él. Cuando se enganche las cosas cambiarán y la mascota se sentirá muy reconfortada con el cuidado de sus uñas.
6Si tu amigo tiene predilección por algún mueble en particular, procura colocar el rascador cerca de ese espacio, para que se incline hacia el utensilio y te deje tu pertenencia tranquila. Si ves que el gato se resiste aún a utilizar el aparato, prueba a untar el rascador con hierba de gato, el olor hará que el animal esté más predispuesto a utilizarlo.
7Por último, infórmate bien de qué tipo de rascador es el más adecuado para tu minino. Algunos gatos más grandes necesitan rascadores específicos. Tal vez comprándole el que precisa, todo será mucho más fácil. De todos modos y para empezar, también puedes animarte a fabricar tu propio rascador.