Uno de los problemas más frecuentes en gatos es la formación de cálculos, coloquialmente conocidos como “piedras” en la vejiga o en otros puntos de las vías urinarias. Aunque a primera vista parezca no tener gran importancia, es una enfermedad que puede tener consecuencias muy graves y dolorosas, como la obstrucción. Para ayudarte a detectarlo a tiempo, en unComo.com te explicamos cómo saber si un gato tiene cálculos en la vejiga.
Conoce los factores de riesgo.
El consumo abundante de agua reduce la formación de cristales, que al unirse acaban formando los cálculos, con lo que es más habitual en gatos que no tienen acceso continuo al agua.
Por otra parte, debido a la estructura de las vías urinarias, las obstrucciones son más frecuentes en machos que en hembras, especialmente si han sido castrados.
Enfermedades asociadas
Algunas enfermedades, como las infecciones de orina y el hiperadrenocorticismo o enfermedad de Cushing, pueden aumentar el riesgo de sufrir cálculos en la vejiga.
Fíjate en cómo orina tu gato
El primer síntoma que se puede detectar es la polaquiuria, que significa que el gato orina muchas veces al día pequeñas cantidades. En ocasiones se puede observar que el gato hace un esfuerzo al intentar orinar.
Examina la orina
Si tienes la ocasión, fíjate en el aspecto de la orina. Si es rojizo podría indicar la presencia de sangre, que muchas veces está relacionada con los cálculos.
Antecedentes
Si tu gato tuvo cálculos alguna vez, es probable que vuelva a tenerlos. Para prevenirlo, se recomienda dar de por vida un pienso específico para gatos con problemas urinarios, que encontrarás en veterinarios y tiendas especializadas.
El veterinario
Si has observado alguno de los síntomas anteriores, deberías llevar a tu gato al veterinario. Un análisis de orina puede detectar la presencia de cristales y una ecografía puede localizar el cálculo (o los cálculos) y valorar su tamaño.