Los gatos son animales muy independientes y controladores, cuando algo falla no es de extrañar que entren en un estado de estrés. Son muy sensibles a los cambios porque sienten que han perdido el control, ya sea una mudanza, introducir a otro animal en el hogar, etc. Cada felino es un mundo y no a todos les afecta de la misma forma un mismo cambio, de manera que las causas del estrés en tu gato pueden ser varias. Cuando esto ocurre, el comportamiento del gato cambia. Si notas que últimamente tu felino está más agresivo, por ejemplo, sigue leyendo y descubre cómo saber si tu gato está estresado.
Pasos a seguir: 1Las causas más comunes del estrés felino son una mudanza, visitar al veterinario, la llegada de otro gato a casa, realizar reformas en el hogar, introducir a otro animal aunque no sea gato, llevarlo en el transportín, bañarlo y dejarlo solo durante mucho tiempo (esto solo ocurre en gatos dependientes de sus dueños o muy acostumbrados a su compañía). Llevar al felino a un territorio nuevo y diferente es lo más les asusta, desconocen la zona y sienten que han perdido el control, desarrollando un estado de estrés.
2Cuando un gato está estresado, manifiesta una serie de síntomas muy distintos a los que desarrollamos los humanos u otros animales de carácter más sociable, como los perros. Este hecho puede llevarnos a una confusión, creer que solo es un mal comportamiento y no reparar en el nuevo estado de nuestro felino. Por ello, es muy importante consular con su veterinario si notamos un comportamiento distinto.
3Uno de los síntomas más comunes que pueden indicarnos que nuestro gato tiene estrés es el marcaje de paredes y muebles con las uñas. Si nuestro felino nunca había dejado marcas en nuestro hogar y empieza a arañar de arriba a abajo (arañazos verticales) cualquier zona de la casa o muebles grandes, como el sofá, quizás sufra estrés y nos esté pidiendo ayuda.
4El marcaje con orina y defecaciones fuera de su caja de arena, independientemnte del sexo del gato, es otro de los síntomas del estrés felino. Al creer que ha perdido el control, siente la necesidad de marcar el nuevo hogar para recuperar su territorio. Otro de los síntomas puede ser los temblores en nuestro felino.
5Adoptar un comportamiento agresivo o morder de manera obsesiva tejidos de lana o similares son otros de los síntomas que puede presentar un gato con estrés. Esto puede ir acompañado de hiperactividad. Sobre todo la actitud agresiva acostumbra a mostrarse cuando la causa es la introducción de otro gato o reformas en el hogar. Asimimo, cuando intentamos calmarlo es posible que se sienta atacado y se vuelva contra nosotros. Esto no quiere decir que seamos la causa de su estrés, solo que no estamos actuando de forma adecuada para ayudarle. Si tu felino llega a este punto, no dudes en acudir al veterinario inmediatamente.
6En los casos más avanzados de estrés, este puede derivar en enfermedades y anomalías más graves, como la caída del pelo, dermatitis aguda, colitis crónica, asma, infecciones o, incluso, cistitis intersticial idiopática. Por ello, es fundamental que lo lleves al veterinario antes de que esto ocurra. Una vez identificado el estado de estrés, deberás tomar las medidas oportunas para combatirlo, consulta nuestro artículo sobre cómo reducir el estrés de mi gato.