Si notas que tu gato está enfermo, decaído, ha perdido el apetito o su pelo está perdiendo el brillo, es posible que esté infectado con parásitos, entre los cuales pueden distinguirse dos grandes tipos:
- Los parásitos internos, que se alojan en los intestinos y cuyos representantes más comunes son los gusanos y las lombrices.
- Los parásitos externos, como las pulgas o las garrapatas.
Obviamente, los parásitos externos pueden detectarse a simple vista, aunque tengan una habilidad increíble para esconderse; mientras que en el caso de que sospeches que tu gatito pueda tener parásitos internos, lo más recomendable es acudir al veterinario para que le haga un análisis. Si, efectivamente, su gato tiene parásitos, existen diferentes remedios para desparasitarlo y en unComo te los explicamos.
Remedios caseros
Los remedios caseros cuentan con una rapidez de acción menor que la de los productos comerciales, sin embargo pueden ser una buena alternativa cuando no hay demasiados parásitos o como un mecanismo de prevención. La mayoría de esta soluciones se basan en champús o aceites esenciales de plantas como el orégano, el poleo, el romero o la mandarina.
Puedes añadir unas gotitas de cualquiera de estos aceites al champú o producto con el que normalmente bañas a tu mascota, y al mismo tiempo procurar mantenerlo alejado de zonas con mucha vegetación o con aguas estancadas.
Spot-Ons o Pipetas
Las comúnmente llamadas pipetas son el antiparasitario más usado hoy en día, tanto por su eficacia como por la comodidad de su uso. El contenido de las pipetas, en forma de líquido, se vierte a lo largo de la línea dorsal del gato y, una vez aplicado, la sustancia activa se va extendiendo por todo su cuerpo.
Una de las principales ventajas de este tipo de productos, como hemos comentado, es que vienen ya listas para su uso: hay que limitarse a aplicar directamente el líquido sobre el animal, y esperar unos cuantos días antes de bañarlo, para no perder eficacia.
Collares antipasitarios
Antes de la aparición de las pipetas, era muy frecuente ver a los gatos con un delgado collar de plástico. Este accesorio está recubierto de insecticidas basados en sustancias activas que actúan por contacto con el parásito. Su protección puede alargarse hasta las 12 semanas como máximo, pero a partir de ahí, pierde toda su eficacia.
Champús, jabones o sprays
Aunque son diferentes de los caseros, ya que estos sí que llevan incorporados sustancias activas sintéticas, su eficacia no es mucho mayor.
Son perfectos para eliminar aquellos parásitos que ya han infectado al gato, pero poco más. En realidad, para mantener a tu mascota protegida con este tipo de productos habría que bañarlos cada 2 o 3 días, y ya se sabe que el gato no es precisamente un amante del agua.
Pastillas para la desparasitación interna
Antes de cada vacunación, es imprescindible llevar a cabo una desparasitación interna. De hecho, durante los primeros meses de vida del gato, es conveniente desparasitarlo una vez al mes y, a partir del cuarto o sexto mes, una vez o dos al año.
Aunque las pipetas también son eficaces contra los parásitos internos, como las lombrices, es recomendable el uso de pastillas para eliminar posibles gusanos o lombrices.