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Cómo hacer que a mi gato le guste el agua 

Por naturaleza, a un gato no le gusta el agua y nos resultará muy difícil que disfrute con un baño. Los que tenemos como mascota a un gato, sabemos que eso no significa que el felino sea un animal sucio, pues totalmente al contrario con su lengua se mantiene en unas condiciones higiénicas fenomenales.

Hay condiciones extraordinarias, como que el gato ha sido rociado con alguna sustancia tóxica, en las que el baño será imprescindible. Teniendo en cuenta que nuestro objetivo será mucho más difícil de conseguir cuanto mayor sea el animal, en unComo.com te damos respuesta a la pregunta de cómo hacer que a mi gato le guste el agua.

Pasos a seguir: 1

Primero de todo, intentaremos desdramatizar el momento del baño al máximo. En este sentido, estaremos tranquilos y calmados. Al mismo tiempo es importante entender que no lo conseguiremos a la primera.

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Una buena idea es dejar la bañera, el plato de la ducha o la tinaja en la que queramos bañar al gato con un poquito de agua, dos o tres dedos, mientras hacemos otra tarea. No será de extrañar que nuestro gato, curioso, se acerque por allí a investigar.

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Una vez que sea él quien se haya acercado al agua, actuaremos nosotros. Nuestra función será que el gato relacione el líquido con algún estímulo positivo.

Así, si tiene algún juguete que le guste en especial se lo llevaremos; si, en cambio, le gusta que lo rasquemos con su cepillo favorito, comenzaremos a hacerlo. Lo haremos junto al agua, pero sin forzarlo a meterse, de momento.

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Cuando nuestro gato ya esté muy relajado junto al agua es cuando ya intentaremos meterlo. En este momento, nosotros estaremos también sin nervios, ya que de otro modo se los transmitiremos a nuestra mascota.

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Si el animal se deja, perfecto, ya habremos conseguido nuestro objetivo de que a nuestro gato le guste el agua. En caso contrario, lo intentaremos unos días después. En todo caso, si lo que queremos en lavar el gato a toda costa, podemos recurrir a la limpieza en seco con spray o bien llevarlo al veterinario, dónde posiblemente le administren un sedante suave y lo laven ellos mismos.

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Si conseguimos bañarlo nosotros, lo haremos con el agua tibia y con poco nivel de altura, dos o tres dedos. Usaremos un champú especial para gatos, teniendo cuidado de que no le entre en los ojos. Puedes conocer el paso a paso para realizar esta tarea en nuestro artículo cómo bañar a mi gato en casa.