Aunque la rabia se asocia habitualmente con los perros, esta enfermedad de carácter viral puede ser contraída por cualquier mamífero, incluidos los gatos, siendo muy peligrosa para nuestra mascota y para nosotros mismos, ya que se puede transmitir del animal a los humanos. Detectar los primeros síntomas de la rabia en el gato es fundamental para garantizar la salud de la familia y de los otros animales del hogar, de este modo evitaremos contagios. Por eso, en unComo.com te explicamos cómo saber si tu gato tiene rabia.
Pasos a seguir: 1La rabia es un virus que afecta directamente el sistema nervioso del animal, por lo que los cambios de comportamiento en el gato son típicos de esta enfermedad. Dependiendo de la edad del felino y el lugar en el que el animal infectado mordió a tu gato, los síntomas pueden manifestarse entre cuatro y seis semanas.
2Una vez que aparecen los síntomas, la rabia se presentará en tres etapas, en la primera etapa que puede durar un par de días, el gato puede manifestar todos o algunos de estos síntomas:
- Fiebre
- Cambios importantes en el temperamento y la conducta: ansiedad, agresividad, inquietud. Los gatos más agresivos pueden volverse dóciles de repente y los dóciles completamente salvajes
- Babeo excesivo
- Cambios en el sonido de los maullidos y vocalizaciones excesivas
- Mirada agresiva
- Pérdida del apetito y depresión
La segunda etapa de esta enfermedad es conocida como fase furiosa, durante esta fase el gato con rabia puede presentar estos síntomas:
- Caminar y correr sin rumbo y de forma compulsiva
- Comezón en el cuerpo que lo lleva a morderse
- La agresividad de la etapa anterior continua
- Falta de coordinación y convulsiones
En la última etapa, el gato con rabia presentará:
- Formación de espuma en el hocico
- Parálisis
- Dificultades respiratorias
- Asfixia y muerte
La rabia es una enfermedad mortal para el gato y para cualquier mamífero, por eso una vez que la contrae resultará difícil salvar a la mascota, sin embargo resulta fundamental aislarlo del resto de los animales y de las personas que habitan en el hogar, pues podría transmitir esta enfermedad a cualquier humano o mascota.
La única forma de prevenir la rabia es vacunando al gato a los seis meses de edad contra este virus. Además se debe aplicar el refuerzo anual de esta vacuna para garantizar su salud.