Un gato obeso es aquél que supera entre un 15 y un 20% el peso considerado normal para su raza, sexo y edad. La obesidad se puede valorar objetivamente en los gatos de raza ya que existe un estandar de peso del gato adulto tanto para hembras como para machos al que nos podemos referir. Para gatos comunes europeos no hay un estandar de peso pero nos podemos guiar por la media de peso de los gatos de razas medianas que es de 3-4 Kg para las hembras y 4-5Kg para los machos. Así, en términos muy generals podemos considerar obeso un gato de más de 6Kg si es macho y de más de 5Kg si es hembra. Si no consigues que tu gato se quede quieto en la báscula y no lo puedes pesar, las siguientes técnicas de palpación y observación te ayudarán a determinar si tu gato es obeso.
Pasos a seguir: 1Palpa las costillas del gato: las costillas de un gato deben notarse con facilidad. Si te cuesta encontrar las costillas el gato es obeso.
2Palpa la columna vertebral y los hombros del gato. Debe notarse una capa fina de grasa por encima de los huesos. Si la capa de grasa es tan gruesa que no se notan los huesos es que el gato es obeso.
3El gato obeso presenta abdomen péndulo: una acumulación de grasa en la parte inferior del abdomen que se balancea cuando el gato camina.
4Mira el gato desde arriba cuando esté andando o en posición de andar. En esta posición, detrás de las costillas debe aparecer bien definido el espacio de la cintura. Si no hay cintura y la silueta del animal desde esta posición es totalmente redondeada, el gato es obeso.