¿Crees que perder kilos de más tiene que significar trabajo duro y privaciones? ¡Piensa otra vez! Perder peso puede ser simple, con estos nueve sorprendentes ajustes respaldados por estudios que lo ayudan a alcanzar su "peso feliz", ¡sin la lucha!
Tome un gran desayuno, incluido el postre.
No tienes que volver a marcar el desayuno y pasar el postre para perder peso. De hecho, ¡puedes tener ambos! Un estudio de la Virginia Commonwealth University descubrió que cuando las mujeres comían un desayuno grande de 600 calorías con proteínas y carbohidratos (como huevos y tostadas) más un postre pequeño (como una galleta), seguido de un almuerzo y una cena más pequeños, perdían cuatro veces más peso (alrededor de 48 libras en ocho meses) que aquellos que siguieron una dieta baja en carbohidratos y no comieron un dulce por la mañana. ¿Por qué? Una comida sustanciosa con un poco de azúcar controla la hormona grelina, que estimula el apetito.
Deshazte de los alimentos dietéticos.
Olvídate de las versiones sin grasa de tus bocadillos favoritos y disfruta de una pequeña porción de lo que realmente querer. Un estudio en Ciencia Psicológica demuestra que los alimentos dietéticos son mucho menos satisfactorios que comes en exceso en un intento de satisfacer los antojos.
Date un mini-masaje.
Pruebe este truco de spa para burlar los antojos que sabotean la dieta:Frote firmemente las yemas de los dedos a lo largo de la línea del cabello y el área detrás de las orejas. Disfrutar de este relajante mini masaje anula los antojos en dos minutos y tiene el poder de reducir hasta 120 calorías de su dieta diaria, informan investigadores chinos. ¿Por qué? Un masaje breve en el cuero cabelludo activa las terminaciones nerviosas sensibles que provocan la liberación de hormonas llamadas endorfinas que controlan el apetito y aumentan la fuerza de voluntad.
Enciende una vela.
Llenar tu hogar con el dulce aroma de una vela con aroma a vainilla engaña a tu cerebro haciéndole creer que ya has satisfecho tus antojos de comida, informan investigadores británicos, lo que ayuda a baja hasta 41⁄2 libras en cuatro semanas. Uno para probar:Yankee Candle French Vanilla, $22.49, Amazon.
Toma un poco de sol.
Ese descanso del mediodía que tomaste descansando en tu jardín ya te puso en el camino para mantener estable tu nivel de azúcar en la sangre y controlar los ataques de bocadillos. Los científicos de Cornell dicen que recibir 20 minutos de sol (sin protector solar) al día reduce a la mitad el riesgo de cambios bruscos de azúcar en la sangre y prediabetes. ¿Por qué? La exposición a los rayos UV estimula una rama de los nervios que produce serotonina que suprime el apetito, al tiempo que estabiliza la producción de insulina para evitar las caídas de azúcar en la sangre que provocan el hambre. ¿Día lluvioso? ¡Toma una siesta en su lugar! Un estudio en PLOS ONE descubrió que cuando está bien descansado, su sensibilidad a la insulina y el control del azúcar en la sangre mejoran en un 41 por ciento, lo que evita los retortijones de hambre.
Escucha un audiolibro.
¿Te encanta perderte en un buen libro? Cambia los libros de bolsillo por audiolibros y automáticamente serás más activo. Investigación en Ciencias de la Gestión descubrió que cuando descarga un audiolibro que le emociona leer y decide escucharlo solo cuando hace ejercicio, lo motiva a hacer ejercicio con un 56 por ciento más de frecuencia. Esto se debe a que los libros atractivos captan tu atención y te hacen querer para salir a caminar o hacer algunos curls de brazos.
Haz ejercicio con un hula hoop con peso.
Un estudio en The Journal of Strength and Conditioning Research descubrió que usar un Hula-Hoop con peso durante 2 minutos al día, cinco días a la semana, ayuda a recortar 1.3″ de su cintura en seis semanas. Uno para probar:Dynamis Fat Burning Weighted Hoola Hoop, $34.99, Amazon.
Agrégale un poco de sal a tus verduras.
La sal realza el sabor de los platos salados, y un estudio británico descubrió que es tan eficaz para estimular las papilas gustativas que, cuando se espolvorea sobre las verduras, aumenta la ingesta de las gemas saludables en un 71 por ciento. El tentador sabor de la sal entrena a tu cerebro para que anhele comida saludable en tres días, lo cual es clave ya que un estudio separado de Harvard encontró que las personas que hacen dieta que comen más productos arrojan más peso que las que comen menos.
Recuerda los buenos viejos tiempos.
Recordar vacaciones, celebraciones y buenos momentos del pasado hace que su mente pase de desear la gratificación instantánea de la comida chatarra a querer alcanzar objetivos a largo plazo como quedarse saludable. Eso hace que sea más fácil llegar a comidas más nutritivas, dicen los investigadores de Cornell.