Aquí hay algo que no necesariamente recomendamos que haga, pero esperamos que lo intente de todos modos.
Tome una batería y toque la hoja del cuchillo con el lado negativo de la batería. Ahora pon el lado positivo en la punta de tu lengua. ¿Saborear un sabor amargo que casi vibra? Esa batería está cargada. Además, tu cerebro se ha rebelado y está saboreando cosas fantasmas.
Probablemente estará más entusiasmado con este último descubrimiento, a menos que necesite esa batería para su capacitor de flujo o algo igualmente importante. Lo que experimentó con la prueba de sabor de la batería se llama electro-gustación, o una especie de sabor eléctrico que una corriente puede estimularnos a sentir. Cuando se trata de percibir la comida, el sabor eléctrico presenta muchas posibilidades prácticas más allá de un almuerzo agrio de triple As.
Una de esas posibilidades acaba de convertirse en realidad. Investigadores en Japón han introducido un tenedor eléctrico que, cuando se enciende, hace que el consumidor pruebe la sal. Hiromi Nakamura es la investigadora e ingeniera que inventó el tenedor eléctrico y señala que, si bien sabemos que la electricidad estimula las papilas gustativas, en realidad no hay una respuesta definitiva sobre cómo funciona.
Sabemos que, según una investigación de 2009, la corriente catódica débil puede inhibir diferentes receptores gustativos. Cuando la corriente alcanza un voltaje más alto, el sabor a sal se vuelve más fuerte. Entonces, al usar la lengua y la comida para completar un circuito con los electrodos en el tenedor, las diminutas estimulaciones eléctricas del tenedor le dicen al cerebro que hay sal presente, incluso si estás comiendo la receta de pechuga de pollo seca e insípida de tu mamá.
La prueba de sabor de la batería en realidad anunció el descubrimiento del sabor eléctrico. Johann Georg Sulzer fue un académico del siglo XVIII que escribió acerca de presionar dos placas de metal en contacto con su lengua, lo que provocó un sabor amargo. (Por cierto, las observaciones también provocaron la eventual invención de la batería, por parte de Alessandro Volta).
La horquilla eléctrica, sin embargo, espera resolver algunos problemas contemporáneos serios. Si bien existe un debate sobre cuánta sal es demasiada en nuestras dietas, existe amplia evidencia de que los estadounidenses comen al menos 1,000 gramos o más de lo que deberían todos los días, y reducir la ingesta conduciría a una presión arterial más baja y al riesgo cardiovascular. Al comercializar el tenedor eléctrico, podríamos comer alimentos blandos con gusto (o simplemente comerlos con gusto) sin aumentar el riesgo de problemas de salud.
Y al igual que la batería que probó como aperitivo, el tenedor también puede causar una pequeña sensación de vibración y efervescencia. No se alarme; es solo la pequeña corriente que pasa por el tenedor, la comida y la lengua. Considérelo aún más divertido para los sentidos.